jueves, 3 de agosto de 2023

El traje nuevo del emperador

El emperador va desnudo
Siempre me ha encantado este cuento infantil. Porque Andersen tiene cuentos que te dejan helado (la pequeña cerillera es un ejemplo literal) y otros que te muestran cosas que, a poco que reflexiones, las ves en el día a día. Y aquí está el quid de la cuestión: las vemos, pero no las decimos. Todo el mundo ve que el emperador va desnudo, pero calla. ¿Por qué? 

Bueno, aquí podríamos hablar de conformismo social y de cómo nos adaptamos a lo que, simplemente, hacen o dicen los demás. No queremos parecer imbéciles o ineptos no valorando lo que otros ya han valorado (como les pasa a los ministros y al pueblo en el cuento) y sobre lo que creemos que hay un consenso. “Si los demás lo ven, es que yo estoy equivocado”. De pronto, silencias tu propia voz y tu opinión desaparece. Y como nadie lee la opinión sensata, se cae en una espiral del silencio que cancela la opinión válida.