sábado, 13 de agosto de 2016

Cuando ganar no es lo más importante

Los deportistas que compiten internacionalmente, especialmente cuando representan a la selección nacional, tienen una papeleta importante con la que lidiar.

A menudo se comparten sus éxitos y uno los identifica como propios, pero cuando fracasan el proceso de identificación se matiza: también se comparte su fracaso, pero inmediatamente se tiende a culpabilizar al deportista, es decir, nos sentimos mal por culpa suya y se le juzga sin piedad. A veces incluso cayendo en el ámbito personal. Un mecanismo de defensa básico, como si el "ataque hacia nosotros" fuera real...

Esto no creo que sea exclusivo de España, pero aún no siéndolo, desde luego que a nosotros se nos da bastante bien.

La papeleta es la que es... y aunque muchos les achaquen que va en su sueldo y tal (en el de algunos), son humanos. Todos lo son, Rafa Nadal incluido. Y la capacidad de dejar a un lado toda adversidad y también lo contrario, y dar un plus más cuando sabes que tanta gente se siente identificada contigo requiere un trabajo psicológico profesional importante. Importante y fundamental. 

miércoles, 10 de agosto de 2016

Bajarse del carro

No hay nada nuevo bajo el Sol. En este país hay mucha gente de bien, pero cuando se trata de deporte (y aquí da un poco igual que sea baloncesto, tenis o tiro con arco), o somos los mejores, o nada nos vale...

Para bajarnos del carro nos hace falta muy poco. Además, no nos bajamos decepcionados o simplemente tristes. Lo hacemos dando alaridos a los cuatro vientos que ponen de manifiesto, a menudo, nuestras limitaciones. 

Pensar que tenemos la solución perfecta a los problemas con los que se está encontrando nuestra selección de baloncesto masculino es tener mucho ego. O mucha confianza, que también podría ser. Así que una de esas limitaciones podría ser la falta de humildad.

domingo, 7 de agosto de 2016

Perdiendo el norte educativo

La semana pasada se aprobó el Real Decreto que finalmente establece las famosas "reválidas" en España. Escribo la palabra entrecomillada porque ni es el nombre oficial, ni significan que por suspenderlas hayas suspendido la ESO o el Bachillerato. Simplemente, y no es poco, son requisito sine qua non para obtener la titulación, por lo que si no se superan, habrá que volver a realizar la prueba correspondiente (en 4º de la ESO o en 2º de Bachillerato). Al parecer habrá varias convocatorias anuales (una en junio, otra en septiembre y otra probablemente en enero). Pero no aprobarlas no significa que tus estudios de ESO o de Bachillerato desaparezcan instantáneamente. 

Las voces críticas desde el mundo docente no han tardado en dejarse oír. No voy a entrar a valorar si con más o menos razón, pero sí que voy a hacer mi propia valoración del tema incluso aunque su particular relación con el deporte en general y con el baloncesto en particular sea un poco forzada.