Hace algunos años, el Washington Post diseñó un experimento social para comprobar si el ser humano era capaz de apreciar la belleza en contextos no cotidianos. El experimento fue un completo éxito desde el punto de vista de las ciencias sociales. Desde el mío, un completo fracaso formativo.
Joshua Bell, uno de los mejores violinistas del mundo, tocó durante 45 minutos en una estación de metro de Washington D.C. Apenas recaudó la mitad de lo que costaba una entrada para el concierto que había dado 2 días antes en un teatro de Boston, donde colgaron el cartel de "no hay billetes". 100 dólares de media por asiento. Estamos hablando de un artista fuera de serie, tocando con un violín que pagaría las hipotecas de bastantes familias...