viernes, 30 de agosto de 2013

Plan prepartido

Hace poco reflexionaba acerca de que a los entrenadores les suele gustar sentarse a planificar partidos que se suponen serán igualados... incluso a soñar con una planificación perfecta que les  lleve a ganar a un rival, a priori, superior. Sin embargo, decía (y me mantengo en la misma opinión) que la planificación de un partido fácil se da en muchas menos ocasiones y, cuando sí que se lleva a cabo, quizás se haga, siempre desde mi punto de vista, de manera deficiente.

Los entrenadores de formación, de iniciación, de base, de cantera... da igual la terminología, debemos partir de la idea de que somos formadores. Sí, lo somos. El problema es que según nuestra actuación, podemos ser formadores en términos positivos o igualmente en términos negativos. Pero formadores somos siempre, porque con nuestro ejemplo, nuestras palabras, nuestras ideas... iremos conformando en nuestros jugadores el baloncesto que nosotros vemos, y algunas cosas, principalmente la actitud ante determinadas situaciones, son extrapolables completamente a la vida diaria. Formadores o deformadores quizás sea la elección, aunque claro, también entraríamos aquí en un difícil debate en torno a qué es lo que diferencia, objetivamente, a unos y a otros. 

Un plan de partido admite muchas formas de llevarse a cabo. A mí me gusta plantearme varios objetivos, normalmente un par para ataque y un par para defensa. A partir de aquí, desarrollo un plan para conseguir ese objetivo. Voy a poner un ejemplo resumido e insultantemente simple para un equipo de formación:



- Objetivo A: Afianzar la seguridad en el pase al poste bajo.
- Plan A: 
  1. Tiene que haber siempre un jugador que postee en pista. 
  2. Si no hay situación de contraataque contra "0", es obligatorio buscar el pase interior. 
Vamos a dejarlo en este punto por el momento. Una vez hecho esto, me suelo poner en situación imaginándome la situación concreta y preveo posibles dificultades. Aquí conocimiento y experiencia previa, tanto como de jugador como de entrenador, son fundamentales... pero totalmente compensables con la cantidad de conocimientos a los que tenemos acceso hoy en día. Por supuesto, conocimientos a los que tenemos acceso si deseamos acceder a ellos. Al final, la diferencia la marca el deseo y la selección de conocimientos, porque la posibilidad de adquirirlos es prácticamente universal. 

Volvamos ahora al ejemplo anterior e imaginemos una posible dificultad: 

- Dificultad A.1.: El equipo rival defiende muy agresivamente las líneas de pase, tanto al JCB (jugador con balón) como al poste. 
- Plan B: Instar a los jugadores a usar fintas y botes (para mejorar líneas de pase o incluso para penetrar ante defensa agresiva para intentar que en la siguiente jugada el defensor sea más cauto). 

Esto, como decía, es tan simple que se puede improvisar, aunque las "improvisaciones" salen mejor después de haberlas preparado. Realmente, para ser claro y que comprendáis mi filosofía, mi plan se parecería más a éste:

- Plan B': Preguntar a los jugadores acerca de qué posibilidades tienen para mejorar la línea de pase y/o evitar que esa defensa tan fuerte nos impida el pase al poste. Posibles respuestas: pase bombeado, usar bote...

Esta última variación se corresponde más con mi manera de entender la enseñanza y, como vemos, ya tenemos un objetivo, un plan para conseguirlo, una dificultad que puede surgir y nuestro plan "B" para solucionar esa dificultad. 

Para terminar con este ejemplo, voy a incluir otra dificultad y dos posibilidades en el plan alternativo, que bien podrían constituir la dificultad A.3. (por ejemplo, una segunda ayuda que robara el pase bombeado) y su correspondiente plan adicional D: 

- Dificultad A.2.: La defensa al poste es completamente por delante.
- Plan C:
  1. Usar pases bombeados (preguntar a los jugadores sobre posibilidades para evitar al defensor y entre las posibles respuestas podrían encontrarse este tipo de pase o la inversión de balón que va a continuación).
  2. Invertir balón (triangular) para que sea otro compañero el que meta balón al poste. 
Hasta aquí el ejemplo sencillo de un objetivo ofensivo para un plan prepartido. Ahora bien, quizá el quid de la cuestión sea el plantearse los objetivos correctos y prever las dificultades razonables.

Así, ante un partido muy fácil, el diseñar un objetivo por ejemplo físico que nos lleve a un plan traducido en términos de presión en todo el campo los 40 minutos (o los 48), quizás sea una grandísima idea desde el punto de vista condicional (y solamente desde éste). Las dificultades que se me ocurren son, posiblemente, que no todos los jugadores van a trabajar al mismo nivel ni el mismo tiempo... aunque claro, un plan para evitarlo puede ser rotarles de posiciones si es una zona-press o bien de pares si la presión es individual. Planes alternativos siempre se pueden diseñar.

No obstante, siguiendo con este último partido fácil, en mi opinión el problema no es la dificultad o la calidad de los planes alternativos. Quizás ni siquiera el objetivo. Para mí, el error fundamental es el plan A (la presión a todo el campo todo el partido), que probablemente lleve a ganar de 60, 70 o 100 puntos el partido. Y esto, a mí por lo menos, no me acaba de entrar en la cabeza. 

4 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo con todo lo expuesto

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  2. Como todo en estos niveles de formación, depende del espíritu de cada uno y del tiempo de que se disponga para realizar la tarea. Ya sabemos que gran parte de los entrenadores de formación trabajamos de forma altruista... ¡ya me gustaría tener tiempo y posibilidades de desarrollar planes como los que planteas! Yo por mi parte suelo planificar siempre objetivos individuales para todos y cada uno de los jugadores, y no objetivos grupales. Funciona bastante bien, incluso aunque no consigamos el objetivo, siempre estaremos en el camino, y eso nos lleva adelante. Aunque imagino que la mayoría de entrenadores ni piensa en estas cosas.

    Por otro lado, si centrándonos en nuestros objetivos de mejora individual, ganamos el partido de mucho... pues es lo que hay. No vamos a dejar de trabajar nuestra mejora porque los rivales sean nulos. Evidentemente en un partido con expectativa de victoria cómoda, hay oportunidades para que jueguen las chicas menos competentes, etc... pero con una plantilla de 10-11 jugadoras, ya siempre estamos repartiendo adecuadamente los minutos, así que poco ajuste queda por hacer para no ganar de más. Ensayar jugadas de ataque más elaboradas, y posesiones largas... sí, pero ese NO es un objetivo para nosotras a día de hoy, y no voy a cambiar mi planificación porque el rival no haya sabido hacer su trabajo. (Aún así, rara vez ganamos un partido de más de 20 puntos, así que tampoco es algo que me preocupe).

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  3. Pero los objetivos individuales deberían ser planteados en función del rival que se tenga delante. Por ejemplo, plantear objetivos decisionales no debería implicar una diferencia mayor (puede que sí, o puede que no... dependerá de los objetivos). Yo opto por un reparto equitativo, que no igual. Quizás en esos partidos deban jugar 10 minutos chicas que en otros juegan 20 ó 30...

    Deducir que los otros equipos son "nulos" (aunque yo prefiero utilizar otro tipo de palabras) porque "no han sabido hacer su trabajo" no creo que sea la mejor manera de enfocar la situación. Al final la realidad es la que es... y se pueden buscar soluciones o simplemente pegar una paliza a un rival más débil, que no le sirva el partido a ninguno de los dos equipos y ya está...

    Actitudes como la de "es su problema" traen como consecuencia que los equipos, aquí en Cádiz, no quieran escuchar ni de lejos la palabra "UNIFICACIÓN", lo cual me produce tristeza y decepción, y no precisamente por los de más bajo nivel.

    En fin, al final esto son opiniones... pero intento mirar siempre por la mayoría de jugadoras y no solamente por "mis jugadoras".

    Sin ir más lejos, ayer tuve un entrenamiento-partido. Las cadetes de mi club, a las que yo dirijo, contra las junior... y obviamente pedí una intensidad máxima y no permití la relajación en ningún momento. Competimos al máximo, de diferentes maneras... A lo que voy: si hubiese jugado contra las infantiles, habría pedido otro tipo de cosas...

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