lunes, 19 de noviembre de 2012

Daños y perjuicios

Cristal roto

Las consecuencias de la negligencia y el egoísmo


Me entristece observar cómo determinadas prácticas arcaicas, propias de indocumentados "entrenadores" de formación (de "deformación" en su caso), que probablemente piensan que están entrenando equipos de Euroliga, siguen estando a la orden del día. El problema no es que estas prácticas conlleven un mayor o menor progreso baloncestístico, sino que son perjudiciales para la salud del jugador, que en este caso es lo más importante.

¿De dónde provienen estas prácticas?

Pues bien, tienen una razón de ser... y ésta es la selección de talentos. Los que las practican argumentan que se llevan haciendo así toda la vida y que han salido muchos jugadores a través de ellas (o mejor dicho, que las han sufrido). Abramos los ojos: estos jugadores han salido a pesar de estas prácticas... Los que físicamente están mejores dotados las han soportado, las han "sobrevivido". Perdonadme, pero esto hoy en día "ya no se lleva".  


Me estoy refiriendo, ni más ni menos, a aquellos que se dedican a hacer multisaltos, sentadillas o flexiones profundas de rodillas en gradas con equipos preinfantiles, infantiles... e incluso cadetes.

Mucha gente, sobre todo del mundo del atletismo y el fútbol, ha discutido en numerosas ocasiones que las gradas no están tan mal, que los multisaltos son necesarios, que la fuerza o la potencia es la capacidad física más importante, etc. Por supuesto, podemos estar hasta de acuerdo. Pero el problema es que no estamos hablando ni de atletismo, ni de fútbol. A todos ellos les recomiendo que se pasen por un entrenamiento de baloncesto y contabilice el número de saltos que ya dan los jugadores en una sesión, con cada una de las piernas y con las dos, con contactos y sin ellos, con saltos verticales y horizontales, y muchas veces con cambio de dirección en el último apoyo, es decir, con fuerzas ejercidas en diferentes direcciones. Y si después de eso piensan que hace falta que los niños hagan más saltos, en condiciones de peligro extremo sobre todo para los componentes blandos de las articulaciones de sus extremidades inferiores, especialmente la rodilla, aún en crecimiento, les recomiendo más formación y que revisen la literatura científica al respecto... 

¡Uy! Sin querer he prenunciado la palabra tabú: científica... Una palabra que tiene un curioso efecto entre muchos entrenadores y entre absolutamente todos los "entrenadores". Este efecto no es ni más ni menos que ponerse a la defensiva y ridiculizar este término aplicado al baloncesto. Pero no se quedan solamente en eso: atacan a quienes lo utilizan, calificándolo con un montón de términos, todos referidos al supuesto "exceso" de profesionalismo de esas personas. Seguramente una táctica ruin para justificar su "no profesionalismo". 


Rodilla doloridaSinceramente, el que no es profesional trabajando con niños y no duda de sus prácticas, buscando siempre opiniones respetables y fundamentadas en la Ciencia (como mínimo las que tienen que ver con la salud de los jugadores), que en este caso serían las Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, a mí no me valen como entrenadores. Y corramos un tupido velo si los que ven la palabra Ciencia como tabú son precisamente los Directores Técnicos o Deportivos.

En fin... ya llegará la regulación profesional de todas estas actividades y espero también que, aunque sólo sea de manera moral, todos los jugadores con problemas de rodilla que sufrieron este tipo de entrenamientos reclamen daños y perjuicios...

1 comentario:

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