lunes, 15 de septiembre de 2014

La falta bien hecha

Aunque hay opiniones para todos los gustos, cuando se comete una falta dura (de esas en las que aparece el conocido "hachazo" a un jugador o jugadora que intenta subir el balón, normalmente en las cercanías del aro), una de las expresiones que más fácilmente puedes escuchar suele ser la de: "Ha sido una falta bien hecha". 

Esto es una expresión sobre todo de observador, es decir, es fácil escucharla a un entrenador que está comentando el partido, al narrador de un partido televisado, aunque no sea entrenador, o simplemente a un aficionado. Se ve que para impedir la canasta, una vez que ya has hecho falta, vale casi cualquier cosa.

A pie de pista la historia cambia un poco. Si bien el entrenador favorecido por la "falta bien hecha" puede compartir la opinión del observador, el entrenador que la recibe normalmente no va a tener tan buena consideración sobre ella. En muchos casos, de hecho, lo que pedirá será una falta antideportiva... vamos, de esas de las que todo el mundo piensa que son "intencionadas" pero que se supone que no tienen demasiado que ver con la intención (lo cual no es así exactamente, por mucho que nos quieran vender otra cosa).

El problema derivado de lo anterior es el que se da cuando hay cambio de roles, es decir, cuando el sufridor de la falta pasa a ser el productor de la misma y viceversa. Entonces, no solamente cambian los roles, sino que también suelen hacerlo las opiniones. Y estos cambios de opinión a veces son tales (subjetivos, sí, aunque basados en una creencia real), pero otras veces son simples "actuaciones": es lo que toca decir  (se representa un papel) y ya está, aún sabiendo que no se está siendo coherente o, en el peor de los casos, que no se lleva razón. Todo sea por no dejar hacer su trabajo a los árbitros. Al menos no se lo ponen fácil.

Por otra parte, un tipo de falta que también recibe el calificativo de "bien hecha" es la famosa "falta táctica". Esta es buenísima, sobre todo la que normalmente se da en los contraataques. De lo que se trata es de, simplemente, no dejar jugar al rival. Vamos, la máxima expresión de esa falta intencionada que ya he mencionado que "no existe" y que en este caso en concreto castiga al equipo que quiere jugar y premia al que no quiere hacerlo. Hasta el fútbol, como ejemplo de deporte que en su aspecto reglamentario evoluciona lentamente, suele castigar la repetición de esta falta con una tarjeta amarilla...

Para dar un breve apunte sobre el reglamento, simplemente diré que una falta antideportiva, como se puede leer en el artículo 36.1, es una falta de jugador que implica contacto y que, a juicio del árbitro, no constituye un esfuerzo legítimo de jugar directamente el balón dentro del espíritu y la intención de las reglas. Para definirla con más precisión, se mencionan cuatro supuestos (aunque el último sea una obviedad):

  • Si un jugador no realiza un esfuerzo por jugar el balón y se produce un contacto, la falta es antideportiva. 
  • Si un jugador, en un esfuerzo por jugar el balón, provoca un contacto excesivo (falta violenta), la falta es antideportiva. 
  • Si un jugador defensor provoca un contacto con un adversario por la espalda o lateralmente en un intento de impedir un contraataque y no hay ningún adversario entre el atacante y la canasta del equipo contrario, la falta es antideportiva. 
  • Si un jugador comete una falta mientras realiza un esfuerzo legítimo por jugar el balón (juego normal) no es una falta antideportiva. 

Reflexionando sobre el primer punto, dejadme detenerme en "no realizar un esfuerzo por jugar el balón..." Vaya, ¿acaso no se da esto en las "faltas bien hechas"? Pues no hay mucho más que hablar: según este punto, tanto las faltas "bien hechas" bajo aro como las "faltas tácticas" DEBERÍAN SER FALTAS ANTIDEPORTIVAS.

En el segundo punto aparece el "contacto excesivo en un esfuerzo por jugar el balón..." Vaya, ¿no se estará hablando aquí de las faltas bajo aro? ¿Del famoso "hachazo"? Pues una prueba más: las faltas "bien hechas" bajo aro (y frenar el contraataque de forma dura incluso yendo al balón) DEBERÍAN SER FALTAS ANTIDEPORTIVAS.

El tercer punto es mi preferido. Resulta que desde que se estableció, todos los contraataques se rigen por este concepto, lo cual creo que es un solemne ERROR. ¿En qué parte del reglamento se dice que este punto anule a los demás cuando se trata de un contraataque? Esto es totalmente falso y ha pasado a ser una opinión muy extendida. 

Cuando hay contraataque, el espíritu y la intención de las reglas DEBE SEGUIR ESTANDO VIGENTE. Lo único que se intenta objetivizar en el tercer punto es una situación concreta de un momento específico del contraataque. En tal situación simplemente se menciona que no hace falta un contacto excesivo para sancionar esa acción como falta antideportiva. Pero todos los demás criterios se deben seguir teniendo en cuenta.

Y es que a veces, el lenguaje juega muy malas pasadas, pero el sentido común debería imperar. ¿Acaso no es una falta intencionada una acción antideportiva? ¿No atenta una falta intencionada contra el espíritu y la intención de las reglas?

El debate, y más tras la proliferación de faltas "bien hechas" en este mundial (sobre todo las "tácticas"), supongo que estará abierto... Pero a ver a quién pone el sentido común en este mundo de locos...

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