Replanificando

A falta de una hora para la cena más familiar del año, estoy delante del ordenador en la habitación donde, seguramente, más horas pasé cuando era joven. Físicamente al menos, pues mi cabeza está en otra parte ahora mismo...

 

Le llevo dando vueltas a la evaluación de la planificación anual que confeccioné a principios de año.

 

Cuando comenzamos la temporada, dediqué varias sesiones observando las cosas que eran capaces de hacer las jugadoras, en todos los aspectos. Incluso grabé en video varios entrenamientos y los primeros partidos amistosos.

 

Hace ya tres años que no entrenaba un equipo infantil, pero por suerte fue la última categoría de formación con la que trabajé y estuve estudiando la planificación que realicé aquel año. Pocas cosas he podido aprovechar ya que las jugadoras son radicalmente distintas... y yo también. Pero siempre es más fácil tener una pequeña referencia.

 

Al final, tras establecerme unos objetivos a largo plazo después de hablar con la Dirección del Club, escribí aquellos contenidos que las jugadoras, cualquier jugadora, deberían conocer como mínimo al terminar la categoría infantil. Por supuesto siempre desde el punto de vista de la formación. Y esto es imperativo moral.

 

La verdad es que recuerdo con sorpresa la liga infantil de aquel año. Aquella liga era dominada de arriba a abajo por un equipo, el infantil del Club Baloncesto Portuense, que solía cerrar el acta en todos los partidos que quería, generación que sigue demostrando su potencial actualmente aunque las diferencias se hayan reducido contra según qué equipos.

 

Yo entrenaba aquella temporada al infantil del CD Gymnástica Portuense y la experiencia fue positiva. Jugamos los famosos "play-off", que no son ni más ni menos que semifinales al mejor de 3 partidos, y perdimos 2-0 contra el CBP. Éramos 7 equipos si mal no recuerdo... uno más que en la liga infantil femenina actual.

 

Decía que recordaba con sorpresa cómo aquel año, en el que el CBP fue campeón o subcampeón de Andalucía si no me falla la memoria... apenas vi lo que estoy viendo éste. Al menos estoy seguro de una cosa: no tuve que cambiar mi planificación como estoy haciendo ahora mismo... "por culpa" del resto de equipos. ¿Es correcto lo que voy a hacer? Yo creo que sí. Me explico en 8 razones:

 

1. No me parece correcto que las jugadoras que entreno dependan exclusivamente de la motivación que seamos capaces de proporcionarles para que comprendan que estamos en la línea correcta.
2. No me parece correcto que el enorme esfuerzo que hacen las chicas para trabajar lo que deben trabajar se ponga en duda por diversos estamentos, alguno/s de los cuáles no está o están capacitados, ni de lejos, para juzgar el trabajo que están haciendo.
3. No me parece correcto que no se premie al mejor equipo, sino al que meta más puntos.
4. No me parece correcto que chicas que son una "bomba" bajen la cabeza porque piensen que están por debajo de nadie, cuando la realidad es que están muy por encima.
5. No me parece correcto que se celebre en la media pista rival un partido "ganado", cuando el hecho es que el ideólogo de ciertos estilos de juego debería bajar la cabeza e irse preocupado a casa...
6. No me parece correcto que ninguna jugadora reciba golpes en bloqueos directos e indirectos (me pregunto dónde quedaron los elementos de tiempo y distancia) y defensas ilegales en ataque, dependiendo de la lotería del árbitro designado el que se sancionen o no estos hechos.
7. No me parece correcto que el "ganar de cualquier manera" salga victorioso.
8. No me parece correcto que el marcador, y no la calidad del juego y el progreso de las jugadoras, regale una media sonrisa de prepotencia.

Así pues, sin saltarnos ni uno de los contenidos mínimos que deben conocer, vamos a dar un paso y medio más... porque creo que están preparadas para ello. Quizá lo mejor sea seguir en la misma línea, pero claro, no estoy dispuesto a que se sientan inferiores. Por ahí no voy a pasar. No son inferiores a nadie. Absolutamente a nadie, aunque haya medias sonrisas que así lo crean.

 

Espero, sinceramente, despertar a un gigante. Pero en esta ocasión no se tratará de un gigante dormido. Lo triste es que habrá gente que piense así... No, simplemente están haciendo lo que les exigimos y no haciendo lo que les prohibimos. Por suerte, el tiempo es el mejor de los jueces... y espero que entonces, cuando pase el suficiente, no haya que cambiar nuestras planificaciones: serán los demás los que deban hacerlo, por el peso de la evidencia. Quién sabe, quizás no seamos un gigante... sino un pequeño David... así que comenzaremos a preparar nuestra honda.

 

¡Feliz Navidad a todos!