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domingo, 29 de noviembre de 2015

La herencia y el respeto

El respeto es una de esas cosas que se pueden aprender por diferentes caminos. Sin duda, mi preferido es el ejemplo.

Lo que pasa es que estamos acostumbrados a faltar al respeto, consciente o inconscientemente. Y cuando digo "acostumbrados" estoy siendo muy simplista. Quizás, como opina Nicholas Wade en su controvertido libro "Una Herencia Incómoda", la respuesta a la predisposición a la falta de respeto esté en los genes. En concreto, a la dotación genética digamos... ¿española? ¿latina? ¿mediterránea?

Claro, los científicos sociales y los genetistas se le echaron pronto encima... que si era un racista, que si tal, que si cual... Pero no cabe duda de que determinadas razas (o poblaciones, para no ofender) tienen cierta predisposición para terminar comportándose de un determinado modo o teniendo una serie de inquietudes similares. 

Ahora bien, una cosa es la predisposición genética y otra es que, aún con alguna limitación, no se pueda educar cualquier aspecto. Aún cuando nuestros genes, los que no hablan y los que sí lo hacen (esos de los que provenimos directamente y a los que les debemos la vida), no nos ayuden mucho en ello.

El ejemplo no es que sea el mejor medio para enseñar algo, es que es el único, dicen. Exagerado, tal vez, pero muy clarificador.

jueves, 23 de julio de 2015

El líder positivo

Trabajar con grupos no suele ser sencillo. Es de sentido común deducir que el grupo es bastante más que la suma de los individuos que lo componen... Además, si se estudia en serio el tema, no hay lugar a dudas. Profundizar en la Psicología de los Grupos, como materia académica, me parece extraordinariamente interesante... sobre todo si te dedicas profesionalmente a la gestión de los mismos.

Una de las creencias populares que se dan acerca de los grupos es la de que si está "hecho" es más fácil de gestionar. Puede ser que a veces sea así, pero empezar a trabajar con un grupo ya formado, "hecho", es contraproducente en muchas ocasiones, aunque pueda parecer todo lo contrario.

sábado, 18 de octubre de 2014

Gestionar la justicia

Cuando se está entrenando se suele caer en el tópico de decir aquello de "juega quien se lo merece". Como casi todos los tópicos, son más reales oral que factualmente. Vamos, que "del dicho al hecho hay un trecho".

No obstante, por suerte o por desgracia, hay muchos entrenadores que no solamente lo dicen, sino que además lo hacen. Si hay que aplaudirles o no es algo que veremos después. 

En muchas ocasiones se suele dividir a los entrenadores en dos tipos (en realidad, en muchos más de dos, así que "touché": acabo de escribir otra de esas frases hechas o tópicos que se suelen decir y que acabo de criticar). Unos son los entrenadores de rendimiento y otros los entrenadores de formación. Es a los segundos, precisamente, a quienes se les suele relacionar con eso de "juega quien lo merece", o que "el banquillo educa", o seguramente también la de "si no entrenas bien, no juegas". Parece lógico que así sea... Ahora bien, ¿hasta que punto es lógico que un entrenador de rendimiento también lo haga?

lunes, 15 de septiembre de 2014

La falta bien hecha

Aunque hay opiniones para todos los gustos, cuando se comete una falta dura (de esas en las que aparece el conocido "hachazo" a un jugador o jugadora que intenta subir el balón, normalmente en las cercanías del aro), una de las expresiones que más fácilmente puedes escuchar suele ser la de: "Ha sido una falta bien hecha". 

Esto es una expresión sobre todo de observador, es decir, es fácil escucharla a un entrenador que está comentando el partido, al narrador de un partido televisado, aunque no sea entrenador, o simplemente a un aficionado. Se ve que para impedir la canasta, una vez que ya has hecho falta, vale casi cualquier cosa.