
Tenis, fútbol femenino, bádminton, baloncesto...
En los últimos tiempos está bastante caro representar a España. No solamente porque el nivel de los deportistas sea alto, sino porque poco más o menos que se juegan la salud al hacerlo. La salud física siempre, claro está, ya que va con la profesión, pero otras veces es la mental la que está en peligro... lo cual tiene bastante peor solución. Y ojo: no hablo de la parte psicológica de la competición que implica tanta o más preparación como el apartado físico. Me refiero con mental al desgaste, al estrés que supone tanta basura que aparece en los medios de comunicación (y por supuesto, también lo que no aparece) por situaciones completamente evitables.