sábado, 9 de marzo de 2013

Ser deportista

Helena entrenandoHay tantas cosas que programar en la actividad física que a veces se escapan variables de todo tipo. La formación, la experiencia crítica, las opiniones, las ayudas de compañeros... todo te echa una mano, pero tan numerosos son los aspectos, que suelen escaparse tantos que a veces me parecen la mayoría...

Le llevo dando vueltas a una de estas cosas que, por otra parte, podría ser que cayera por su propio peso con el tiempo. Se trata simplemente del enseñar a "ser deportista". Y no hablo solamente de la deportividad o del fair play, sino de verdaderamente tener el comportamiento de un deportista.


Quiero pensar que un gran número de gente no identifica el "ser deportista" con la imagen de muchas de las grandes estrellas mediáticas que solemos ver por televisión. Quiero pensarlo, de verdad. Ser deportista no es exactamente eso. Las connotaciones de la palabra deportista siempre han sido positivas y, actualmente, muchos deportistas profesionales probablemente tengan más negativas que positivas.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Run and Gun

Run and gunSiempre he defendido que no me vale con ganar. Ni siquiera con "competir", con el significado de "disputar" el partido de tú a tú, es decir, que haya cierta igualdad en un partido en concreto o durante una determinada liga. En este sentido, yo creo que "competir" es que esta igualdad se dé en cada acción, más allá de que el marcador o la clasificación reflejen un resultado o un lugar lejano al que por "nivel competitivo" merezca o haya demostrado un determinado equipo.

Hace muchos años que los sistemas "Run and Gun" se pusieron de moda. Para muestra, un botón: la última selección estadounidense en los Juegos Olímpicos de Londres. Y si ponemos de ejemplo el partido contra Nigeria, mejor que mejor...

jueves, 28 de febrero de 2013

Deportividad y prudencia


Gómez NoyaHace tiempo que quería escribir algo sobre la deportividad. Normalmente escribo sobre mis vivencias personales casi inmediatamente después de vivirlas. En este caso no ha sido exactamente así, sino que he dejado reposar una serie de sentimientos que se remontan unos meses atrás, pero que cristalizaron hace poco.

Gómez Noya, durante los últimos Juegos Olímpicos, se preguntaba por qué un deporte en el que el 100% de los equipos (al menos una gran parte de sus jugadores) intentan engañar al árbitro (aunque sea en un saque de banda) es olímpico. Es algo realmente curioso e impactante. Se refería al fútbol y estoy totalmente de acuerdo con él.

lunes, 25 de febrero de 2013

Querer o necesitar

VocaciónÚltimamente está de actualidad, si es que alguna vez ha dejado de estarlo, el tema de la motivación hacia las actividades profesionales. Vocación o "visión práctica" por llamarlo de alguna manera. Está claro que lo ideal es casar esas dos opciones que, por desgracia, parecen tan desligadas hoy en día. Incluso desde algunos ámbitos se recomienda encarecidamente optar por la segunda... Bueno, vamos a ser serios, desde casi todos los ámbitos se recomienda la segunda. Poderoso caballero es don dinero. Y hoy más que nunca seguramente...

No obstante, siempre surgen voces, llamémosles humanistas o idealistas, que abogan por la vocación por encima de todo... Desde la orientación escolar normalmente se recomienda esto... o al menos se suele recomendar. La mayoría de los manuales al menos lo hacen. Después cada caso concreto ya depende de cada orientador porque, se estudie lo que se estudie, hay personas que precisamente estudian algo porque quieren estudiarlo... pero quizás aprendan poco porque realmente no quieran aprender o piensen que no lo necesitan. O quizás lo que no necesitaban fuera precisamente convertirse en aquello para lo que han estudiado.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Desapercibido


Joshua BellHace algunos años, el Washington Post diseñó un experimento social para comprobar si el ser humano era capaz de apreciar la belleza en contextos no cotidianos. El experimento fue un completo éxito desde el punto de vista de las ciencias sociales. Desde el mío, un completo fracaso formativo.

Joshua Bell, uno de los mejores violinistas del mundo, tocó durante 45 minutos en una estación de metro de Washington D.C. Apenas recaudó la mitad de lo que costaba una entrada para el concierto que había dado 2 días antes en un teatro de Boston, donde colgaron el cartel de "no hay billetes". 100 dólares de media por asiento. Estamos hablando de un artista fuera de serie, tocando con un violín que pagaría las hipotecas de bastantes familias...