
Gómez Noya, durante los últimos Juegos Olímpicos, se preguntaba por qué un deporte en el que el 100% de los equipos (al menos una gran parte de sus jugadores) intentan engañar al árbitro (aunque sea en un saque de banda) es olímpico. Es algo realmente curioso e impactante. Se refería al fútbol y estoy totalmente de acuerdo con él.