jueves, 23 de julio de 2015

El líder positivo

Trabajar con grupos no suele ser sencillo. Es de sentido común deducir que el grupo es bastante más que la suma de los individuos que lo componen... Además, si se estudia en serio el tema, no hay lugar a dudas. Profundizar en la Psicología de los Grupos, como materia académica, me parece extraordinariamente interesante... sobre todo si te dedicas profesionalmente a la gestión de los mismos.

Una de las creencias populares que se dan acerca de los grupos es la de que si está "hecho" es más fácil de gestionar. Puede ser que a veces sea así, pero empezar a trabajar con un grupo ya formado, "hecho", es contraproducente en muchas ocasiones, aunque pueda parecer todo lo contrario.

lunes, 20 de julio de 2015

Selecciones nacionales (ya, claro)

Tenis, fútbol femenino, bádminton, baloncesto...

En los últimos tiempos está bastante caro representar a España. No solamente porque el nivel de los deportistas sea alto, sino porque poco más o menos que se juegan la salud al hacerlo. La salud física siempre, claro está, ya que va con la profesión, pero otras veces es la mental la que está en peligro... lo cual tiene bastante peor solución. Y ojo: no hablo de la parte psicológica de la competición que implica tanta o más preparación como el apartado físico. Me refiero con mental al desgaste, al estrés que supone tanta basura que aparece en los medios de comunicación (y por supuesto, también lo que no aparece) por situaciones completamente evitables.

domingo, 21 de junio de 2015

¿Y quién vigila a los vigilantes?


El comunicado de la selección femenina de fútbol es de traca.

Normalmente cuando el río suena, agua lleva... Y aquí está claro que pasa algo. Pasaba cuando hubo denuncia a la seleccionadora de natación sincronizada y seguramente pasará ahora. Aunque el tema en cuestión de la polémica sea muy diferente (al menos hasta donde yo, o el público en general, sé o sabemos).

Claro, que esto es España y uno no sabe de quién se puede fiar y de quién no... Yo en este caso me voy a mojar y rompo una lanza en favor de las jugadoras. 

"Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Incluso puedes engañar a todos algún tiempo. Pero no puedes engañar a todos todo el tiempo". Dicen que lo dijo Abraham Lincoln. Completamente de acuerdo.

Llega un momento en el que el trabajo de otros "te salpica". Y lo hace porque, si tú trabajas menos de lo que debes, quedas en evidencia. Quizás cada uno tenga un volumen y/o calidad de trabajo máximo que puede realizar por una simple cuestión de capacidad. Quizás no sea un problema de capacidad, sino de simple desconocimiento. Desde luego, la combinación de la falta de capacidad con el desconocimiento sería un desastre, por la presumible mediocridad del resultado, pero llevaría a que el entrenador tuviera la conciencia tranquila (es el único efecto positivo del desconocimiento, que ya es bastante). En cambio, conocer tu tarea como profesional y no llevarla a cabo por falta de capacidad te lleva a un camino diferente.

Ser consciente de esa falta de capacidad para hacer lo que debes puede llegar a ser complicado. Normalmente te lleva a dos tipos de actuaciones. Una, como decía antes, es cerrarse en banda. Total, esto es España y es deporte femenino. Lo normal es que nadie se dé cuenta. Ojo: esto pasa en todos los deportes, así que no es un mal endémico futbolístico. Lo mismo sucede planificando mal un Mundial de fútbol que diseñando un ataque contra zona patético el último día de concentración, sin ver lo que funciona y lo que no, antes de un campeonato de baloncesto. El talento de las jugadoras muchas veces te salva del ridículo. Otras, por suerte, no.

También te puede llevar, por otro lado, a buscar ayuda. Si ves que no llegas a lo que debes, quizás debas pedir ayuda, compartir responsabilidades y obviamente méritos. Puede ser que sea una percepción mía personal, pero para mí que a la gente le va más la otra vía. Sí, la de esconder las vergüenzas. Esto es España: nos suele ir más el estar a la defensiva.

Ahora bien, a veces también entra en juego la cuestión volitiva: "Sé lo que tengo que hacer, pero es muchísimo trabajo y... bueno, quizás el resultado sea el mismo". A lo peor, incluso quitando la parte final. Vamos, que puede ser que se dé por bueno lo conseguido hasta ese momento y con eso le valga al que toma las decisiones. Conformismo. Mal amigo de los grandes resultados. 

El problema es que sí ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces, entonces estás peor que al principio. 

El verano pasado se pidió la dimisión de Juan Antonio Orenga públicamente. La repercusión del Mundial de España de baloncesto masculino provocó un juicio público masivo. Cánticos en pabellones, redes sociales echando humo... Y las declaraciones del ex-seleccionador que ayudaron bien poco. Y la gente iba a más: pedía responsables deportivos, pero... ¿Quién vigila a los vigilantes?

El asunto de ahora tiene, desde mi punto de vista, muy poco arreglo. Y es que, si hasta en la Delegación Federativa de la provincia más pequeña encuentras luces y sombras, ¿qué no vamos a encontrar conforme subimos escalones? Porque para mí que, arriba del todo, da muy poca luz y los vigilantes están muy a la sombra, tranquilos e imperturbables... porque no los vigila nadie.


martes, 26 de mayo de 2015

Vacío

Tenía algo en el estómago que no me conseguía sacar. Acababa de terminar la liga y el campeón, Spar Citylift Girona, lo celebraba en mitad de la pista. Una temporada para enmarcar, superando situaciones internas a todas luces complicadas. A menudo todas las temporadas suelen ser así... en cualquier categoría. Cuando el año acaba bien, esas dificultades son también las mismas que hacen que la temporada sea aún más memorable.

Pero aquello que sentía en el estómago no era por ser fan de Perfumerías Avenida. Quería que ganara el equipo de Salamanca, sí, pero no tenía nada que ver con eso. Todo lo que yo sentía había comenzado mucho antes... exactamente tras el primer partido de la final... o puede que incluso antes de que acabara éste. Empezaba a estar nervioso porque sabía que quizás sólo la vería una vez más en la pista... sólo una, en lo que hasta ese momento había significado tanto. Hasta pensaba que, en esos instantes, probablemente ya le estaba yo dando mucha más importancia que ella. Pero ni eso me consolaba. "Ella no lo verá así... no lo verá así... es profesional, es su trabajo"... ¡Bah! Me lo repetía sin mucha convicción, así que me servía de bien poco...

jueves, 7 de mayo de 2015

La condena del reglamento pasarela

Una de las características que tienen las redes sociales es su capacidad para reducir las distancias entre entrenadores de baloncesto del más alto nivel profesional con aquellos otros que entregan su profesionalidad a la formación o al deporte en edad escolar. 

En primer lugar, me ha costado horrores escribir el párrafo anterior, sencillamente porque ni todo el deporte en edad escolar es formación, ni por trabajar en formación se deja de ser profesional. Pero veía necesario hacer algún tipo de aclaración. Por supuesto, hay más tipos de entrenadores... pero los que quedan no suelen participar en debates interesantes en redes sociales.

Resulta que desde ayer vuelve a surgir, con más o menos fuerza, la polémica del reglamento pasarela (ese que es para menores de 14 años, o de 12, según donde vivas...). Ése que la FEB tiende a destruir principalmente por su regla más básica: todos los jugadores tienen que jugar. De esta manera, el reglamento sería el de baloncesto en todas las categorías. Quizá sea una posibilidad cada vez más cercana.