jueves, 7 de mayo de 2015

La condena del reglamento pasarela

Una de las características que tienen las redes sociales es su capacidad para reducir las distancias entre entrenadores de baloncesto del más alto nivel profesional con aquellos otros que entregan su profesionalidad a la formación o al deporte en edad escolar. 

En primer lugar, me ha costado horrores escribir el párrafo anterior, sencillamente porque ni todo el deporte en edad escolar es formación, ni por trabajar en formación se deja de ser profesional. Pero veía necesario hacer algún tipo de aclaración. Por supuesto, hay más tipos de entrenadores... pero los que quedan no suelen participar en debates interesantes en redes sociales.

Resulta que desde ayer vuelve a surgir, con más o menos fuerza, la polémica del reglamento pasarela (ese que es para menores de 14 años, o de 12, según donde vivas...). Ése que la FEB tiende a destruir principalmente por su regla más básica: todos los jugadores tienen que jugar. De esta manera, el reglamento sería el de baloncesto en todas las categorías. Quizá sea una posibilidad cada vez más cercana.

jueves, 2 de abril de 2015

Esencias

Hace tiempo, un buen amigo comentaba sobre mí algo que me llenó profundamente y, aunque sé que era exagerado, me gusta recordar la cita:

"A menudo, los grandes son desconocidos o peor, mal conocidos". Thomas Carlyle.

Estos últimos días he tenido la maravillosa oportunidad de ver jugar a la Selección de Minibásket masculina de la Región de Murcia, que ha disputado el Campeonato de España que se viene celebrando en San Fernando desde hace ya bastantes años. 

Hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto con un equipo de baloncesto. Este equipo ha competido en la categoría preferente, es decir, que no tenía opción de jugar con las selecciones más potentes del país, incluídas en el grupo especial. Gran error para el que haya decidido no pasarse por alguno de sus partidos. La categoría especial es llamativa, sí... pero en esta selección había baloncesto... y mucho.

lunes, 30 de marzo de 2015

Jugar rápido por obligación

La categoría minibásket, más si cabe en el Campeonato de España de selecciones autonómicas, tiene como una de sus señas de identidad la velocidad.

Es muy sencillo: o dedicas la mayor parte de tus entrenamientos a cambios de roles ataque-defensa / defensa-ataque, o estarás condenando a tu equipo a la mayor de las debacles. Si tus ejercicios no incluyen transiciones, mejor que los modifiques, que los perfecciones, porque de lo contrario no estarás en la cresta de la ola. Y ya se sabe que, o bien te sumerges y la ola pasa de largo, o te arrastra, te voltea... y te pega un buen batacazo.

Es muy complicado ver juego posicional en la mayoría de los partidos del Campeonato de España de minibásket. Los equipos tienen que estar muy parejos de nivel y casi ni así. Las reglas, de hecho, favorecen ese ritmo intrépido que acostumbramos a ver: los árbitros no deben controlar el saque ni en pista defensiva, ni en ofensiva. Y esto, teniendo en cuenta que llevan el partido dos árbitros, solamente puede tener la explicación de querer fomentar la velocidad en el juego.

sábado, 14 de marzo de 2015

Aprendizaje por inmersión

Hay analogías educativas que funcionan a la perfección en el mundo del baloncesto y otras que no tanto. Una de ellas es el aprendizaje por inmersión, tan conocido en la adquisición de una lengua extranjera. Nada como viajar, vivir, estudiar, residir... en un país extranjero para aprender el idioma.

Pues perdonad, pero no. Como que la cosa no está tan clara. El vivir o viajar en el extranjero lo que te expone es a la situación de necesidad, a la obligación del uso de la lengua, a la actividad comunicativa... Pero ya está. ¿Quién no conoce el ejemplo de anglosajones, por ejemplo, a los que les cuesta Dios y ayuda hablar con una fluidez mínima en español después de estar en España durante años? ¿Y a muchos ciudadanos marroquíes o chinos? Estos grupos, por lo general, viven en pequeñas comunidades donde la obligación de usar el español se reduce tanto a lo mínimo que no logran el dominio adecuado de la lengua del país donde residen. Su lengua materna continúa siendo su lengua comunicativa. La otra es una cuestión de necesidad momentánea que rápidamente olvidan. Sobre todo si, como en el caso de España, no es ni requisito sine qua non para obtener la nacionalidad española... 

miércoles, 25 de febrero de 2015

Decisiones previas



Lo voy a intentar decir en pocas palabras... Un entrenamiento es, por definición, la acción de entrenar. Entrenar, a su vez, es prevenir o instruir en algo, normalmente en el mundo del deporte. Prevenir, curiosa palabra. Entrenar e instruir, a su vez, son términos hermanados, e instruir se considera una acción planificada. Si sumamos la "previsión" a la "planificación", creo que sobra decir que inevitablemente llegamos a una conclusión bastante lógica: entrenar es una acción planificada para conseguir un objetivo relacionado con la enseñanza de algo. En este caso me refiero, concretamente, a la enseñanza deportiva

Así pues, si un entrenamiento no está planificado, obviamente no es un entrenamiento. Luego un entrenador es quien lleva a cabo procesos de entrenamiento que se plasman en sesiones de entrenamiento, y éstas a su vez se concretan en ejercicios y tareas... Así que todo el que se hace llamar entrenador y no planifica... no puede ser ni más ni menos que dos cosas: o un ignorante, o un farsante. De palabra, obra u omisión.

Para un entrenador de baloncesto hay muchos niveles de trabajo y todos deberían ser planificados. Por eso es imposible que un entrenador sin ayuda haga bien su trabajo. Puede ser que haga lo mejor que pueda todo lo que hace, pero jamás lo hará bien en un sentido estricto. 

Para empezar, tendría que tener en cuenta la parte más técnica, es decir, todo lo que se refiere a técnica, táctica y estrategia, tanto individual como colectiva, en sus apartados de ataque y defensa. Es lo que se suele considerar lo más específico de lo que podríamos llamar el rol de entrenador principal. Y esto es algo ya bastante complicado... a no ser que, si nos referimos a un equipo de base, venga confeccionado por parte del Club, pero por lo que yo conozco no suele hacerse en líneas generales. Es decir, que el peso planificador suele caer casi por entero en el entrenador (suponiendo que lo sea). Es él el que decidirá si adaptarse a sus jugadores o que sean sus jugadores los que se adapten a él... y todas las combinaciones mixtas que se puedan dar. Desde luego, si no se tiene en cuenta a los jugadores de los que se dispone, mal se empezaría. 

Además, una variable importante a considerar en todos esos aspectos será el tipo de competición en la que participa el equipo... y su desarrollo durante la misma. En un equipo de base quizás no tenga tanta importancia (importancia real, me refiero... aunque claro, esto es una utopía: la competición siempre tiene importancia, cuando no la máxima importancia), pero en un equipo de alto nivel, la competición o competiciones son los elementos que en realidad van a determinar toda nuestra planificación. Los jugadores y la competición son los dos conceptos clave.  

Por otra parte, y no menos importante, deberá conocer, estudiar detenidamente y coordinar todo el trabajo anterior con la planificación en cuanto a condición física. Un entrenador debe conocer cómo trabajar las capacidades condicionales y coordinativas, su evolución, las distintas variables que influyen en ellas, el método por el que llevará a cabo su desarrollo, etc. 

Dependiendo de la profundidad de conocimientos del entrenador, esto último es algo que podría hacer por sí solo... pero aún así nunca lo hará con igual grado de rigor que si contara con un preparador físico que se encargara exclusivamente de ello. Es algo obvio. Los roles de entrenador y de preparador físico son totalmente diferentes, así que aún pudiéndose compaginar, si un entrenador ocupa los dos roles, su trabajo nunca será tan bueno como si, al menos, en un cuerpo técnico determinado hubiera entrenador y preparador físico.

En un entrenamiento hay muchas cosas que observar. Hay que evaluar continuamente. Observarlo todo al mismo tiempo es imposible. Si el entrenador está observando, evaluando, re-evaluando, corrigiendo aspectos técnico-tácticos... se me hace muy difícil pensar que también podrá hacer lo mismo en el apartado puramente físico. Es el preparado físico el que debe realizar esto.

Por otra parte, en esos aspectos técnico-tácticos, el entrenador principal, por sí mismo, tendrá muy difícilmente poder evaluar individual y colectivamente, y ofensiva y defensivamente a la vez. Hace falta más ayuda. Mucha más. Hay tanto trabajo por hacer... y no solamente en cuanto a evaluaciones, pues todavía no he hablado del análisis del equipo rival... y del nuestro. Scouting y contra-scouting. ¿Tiene el entrenador tiempo para todo esto? Definitivamente no. Cuanto mejor trabajo quieres hacer, más ayuda te hace falta. Sin duda, un entrenador ayudante puede ser indispensable. Es indispensable.

A veces, por necesidades del guión (normalmente económico), el entrenador ayudante suele ser el preparador físico, o al revés. Hay veces en las que sale bien... pero siempre será en perjuicio del mejor trabajo posible. Si ocupas dos roles, le estarás quitando tiempo y dedicación a uno de ellos o, probablemente, a los dos.

Por último y no menos importante, llegamos a otro de los aspectos clave: la preparación psicológica. Ésta es un elemento fundamental en la preparación de un deportista. Conocer cómo es un deportista mentalmente es tan importante como el conocimiento de su capacidad condicional. Su perfil motivacional, por ejemplo, puede determinarlo todo. Los deportistas son muy diferentes entre sí, por lo que podríamos pensar que lo que funciona para uno de ellos puede funcionar para todos... y nada más lejos de la realidad. 

Aunque el entrenador debe conocer aspectos clave de Psicología del Deporte, no es ni debe ser un psicólogo deportivo. El psicólogo deportivo debe ser un rol concreto que trabaje tanto con deportistas como con entrenadores. Así pues, será complicado que otra persona que no sea específicamente el psicólogo deportivo, ocupe su rol. 

Teniendo en cuenta todo esto, es el entrenador el que debe decidir. Cuando conoces todo lo que se debe hacer, la cantidad de trabajo fácilmente te abruma. Es muy complicado dejar de hacer lo que sabes que se debe hacer. ¿Cómo afrontar la realización de un trabajo que sabes que podría hacerse mejor? ¿Cómo afrontar la realización de un trabajo que crees que debería hacerse mejor?

El tiempo y el dinero marcan las posibilidades. Hacerlo lo mejor que puedes con los medios de los que dispones supongo que es la solución más ética. Pero para ello hay que dar el primer paso: planificar. Evalúa los medios disponibles, el rol que ocuparás y el que no ocuparás, lo que podrás y no podrás hacer, los integrantes con los que podrás contar en tu cuerpo técnico y cómo su ausencia o presencia enriquecerán el trabajo, cómo se repartirá el mismo... y después de planificar todo esto, entonces eres entrenador de baloncesto. Si no lo haces y no te da vergüenza también puedes decir que lo eres (la ignorancia, voluntaria e involuntaria, es una cura inmejorable para no sentirla), pero en realidad, lo que eres, es otra cosa. Quizás no criticable, pero otra cosa