Creo que el ser humano tiene un cierto afán evaluador. Le gusta observar lo que hacen los demás y emitir juicios de valor. Prácticamente nadie pondrá en duda que juzgar el trabajo ajeno es uno de los pasatiempos preferidos de un alto porcentaje de la población. Y el que esté limpio de pecado, que tire la primera piedra. Yo, está claro, no puedo tirarla.
Ahora bien, parafraseando a Pasteur: "En la investigación científica, el azar favorece a la mente preparada", si algo se presenta, ya sea por azar o no, el que dispone de suficientes conocimientos verá la oportunidad, el descubrimiento, el invento, la innovación... Y al que no dispone de ellos, lo presentado le pasará desapercibido o entenderá algo que no es real, es decir: cometerá un error de interpretación.
Este post da para muchas frases célebres... A mí siempre me ha gustado mucho una de Groucho: "Más vale estar callado y parecer tonto, que hablar y despejar las dudas". Está muy relacionada con otra, un proverbio chino que dice algo así como "El que pregunta es tonto por cinco minutos. El que calla es tonto para toda la vida". Y es que quizá, antes de hablar (y/o juzgar) hay que preguntar.
Por eso deberíamos ser cuidadosos. Incluso cuando las cosas parece que caen por su propio peso. Normalmente no hay verdades absolutas y en el baloncesto mucho menos. Para juzgar el trabajo de alguien habría que conocer primero cuáles son sus objetivos, por qué hace las cosas que hace, por qué ha decidido emplear ese método y no otro, para qué usa distintos materiales... y un sinfín de variables más complejas... Jamás voy a juzgar el trabajo de un entrenador viéndolo 5 minutos. Ahora bien, opinar sí que voy a opinar, pero no sobre su trabajo.
Los comportamientos que observo en muchos entrenadores me llevan a pensar en cuáles son sus objetivos. A veces están muy claros, pero otras veces no tanto. De hecho, en más de una ocasión me he preguntado a qué puerto quiere llegar más de uno, porque esto de cambiar de dirección con el viento no suele ser una buena estrategia cuando se trabaja en categorías de formación. No obstante, si esa es la estrategia, la respeto. Mi opinión sería que es una estrategia incorrecta y yo nunca la haría, pero respetarla se respeta. Simplemente porque mi metodología puede no ser la más acertada. Prudencia pues... pero al fin y al cabo, yo soy entrenador.
El problema viene cuando los que juzgan tu trabajo ni siquiera son compañeros de "profesión", sino más bien algún juez o el secretario de éstos... Ya es el colmo. Y uno se esfuerza y se esfuerza por dar ejemplo de educación y de pronto se encuentra juzgado de malas maneras por aquel al que no juzgas, aunque de él dependa gran parte de que tu trabajo tenga éxito. ¿Empezamos a ser serios? Y todavía algunos pensarán que lo único que quiere un entrenador es meter más puntos y que le metan menos. Pocos entrenadores ha conocido el que piensa así. Entrenadores de verdad, me refiero.
Por eso hay que llegar a puntos de encuentro entre los diferentes colectivos que formamos la familia del baloncesto. Yendo cada uno por nuestro lado difícilmente haremos progresar nuestro deporte. Los códigos éticos no se respetan. Los casos aislados siempre existirán, pero hay que trabajar con ellos, porque ese aislamiento es altamente contagioso.
Así pues, señores auxiliares y árbitros, no se rían cuando vean que un entrenador aparece con una cámara de video para grabar su partido. Quizás esté grabando porque en su planificación tenga esa fecha señalada como evaluación continua con su grupo de jugadoras. Háganlo cuando vean a otros "entrenadores de formación" grabar partidos de sus rivales, insultar e incluso empujar a sus jugadoras o enfrentarse a la grada. Perdón, he recomendado reír y estas acciones son precisamente para llorar. Respeten a los que les respetan y sean firmes con los que cuestionan su buena voluntad en su trabajo.
Ahora bien, juzgar el trabajo ajeno sin conocer los motivos... me parece de ignorantes y/o de maleducados. Lo que ustedes prefieran.
Ni soy entrenador ni juez pero, hace tiempo he estado pensando sobre ese tema, al leer muchas de las crónicas que se hacen de los distintos partidos. Estas crónicas las hacen a veces entrenadores, delegados, directivos o padres y, a la vista de su contenido, parece que con objetivos muy diversos. Respeto enormemente ese trabajo porque a mi también me ha tocado hacerlo y, en definitiva, ayuda a dar a conocer nuestro baloncesto y a implicar algo más a las familias. Sin embargo, me llama la atención los juicios que, respecto al trabajo de los demás, se emiten en las mismas, la falta de objetividad y, en ocasiones, el desprecio al esfuerzo del rival. Análisis basados exclusivamente en el marcador, no solo del partido en cuestión, sino de anteriores encuentros, cruces indirectos, a veces de hasta 3 años atrás, asumiendo que el otro equipo no entrena, no tiene lesiones, prácticamente no es (a menos que sea mucho mejor). En este sentido tengo que felicitar a tu delegada porque en sus crónicas se centra en el trabajo de tu equipo, en cómo van aplicando en los partidos lo que entrenan y, si se le escapa una alabanza al juego del adversario, tampoco se preocupa. Creo que este respeto al trabajo de los demás, si existe, trasciende también al ambiente de los partidos, la relación entre estamentos, entre los distintos clubes, etc. y ese entorno es mucho más favorable para la formación de jugadores. Recuerdo un entrenador que después de cerrarnos acta se acercó a una jugadora nuestra para felicitarle por unas fintas que había hecho. Esta jugadora estaba tan orgullosa que las ha seguido practicando y ahora la ejecuta con maestría.
ResponderEliminarMuy buenas.
EliminarEfectivamente, estamos completamente de acuerdo. Desde el principio de temporada hablamos de que si íbamos a apostar por una filosofía basada en el rendimiento, no en el resultado, las crónicas debían alejarse del marcador. Para nosotros lo importante es la mejora individual, por ello también "pasamos" de poner las anotadoras. Si entramos en ese campo, complicado. Nosotros intentamos destacar a todas las jugadoras y a ninguna. Todas dan el 100%, ¿se puede pedir algo más? Sería totalmente ilógico. De hecho, uno de los principales objetivos de la temporada es precisamente que las jugadoras entiendan que ganar un partido no es siempre sinónimo de lo que refleja el marcador.
Me surgen muchas dudas acerca de esto, de la coherencia, cuando leo algunas crónicas del estilo "El marcador fue lo de menos" o "Excelente victoria" según se hayan metido más o menos puntos. No lo considero coherente. Si piensas que el marcador es lo de menos, lo debe ser tanto cuando se está a favor como cuando está en contra. No puede ser lo más importante cuando se "gana" y lo de menos cuando se "pierde".
Te vuelvo a dar la razón: mi delegada es una crack. A veces te encuentran en lugares donde tus ideas son tan compartidas, que incluso creen en ellas más que tú mismo. Difícil encontrar un cuerpo técnico mejor.
Un saludo y gracias por participar!
Estimado Antonio,
ResponderEliminarVuelvo a comentar en tu blog (y es la segunda vez esta semana), no sólo por el aprecio que te tenemos (tanto Mary como yo) sino porque te agradezco las reflexiones tan acertadas que día tras día nos regalas. Blogs sobre entrenamiento, técnica, táctica, dirección de equipo,… podemos encontrar muchísimos en la red pero uno que tenga en cuenta todos los aspectos que rodean nuestra práctica educativa merece una especial atención. Separar las partes de un todo de manera que deje de existir como tal sólo tiene una definición y es desintegrar.
Recuerdo tus palabras cuando mencionabas como la niebla y las sombras a veces te hacían difícil el camino, amigo, cuando en el mundo aparece un verdadero genio puede reconocérsele porque todos los necios se conjuran contra él.
Si me permites añadiría al título (sin ánimo de juzgarlo por supuesto xD, me parece más que oportuno) una coletilla: “Juzgar el trabajo ajeno… desde la más absoluta ignorancia”. Creo que era un tocayo tuyo, Antonio Machado el que decía: “En España, de cada diez cabezas, una piensa y nueve embisten”.
Sé que es complicado en estos tiempos que corren (donde la imagen de aquellos que deberían dar ejemplo está muy dañada) pedir esfuerzos, pero es hora de acercar posturas, de remar tod@s en la misma dirección, entrenadores, árbitros, padres, madres, somos un modelo de comportamiento y, no sólo tenemos que estar a la altura, debemos mostrar conductas que nuestros jugador@s puedan imitar (todavía hay personas que han olvidado que trabajamos con niñ@s).
Un día, tras un partido, acabamos hablando de promover jornadas conjuntas dónde árbitros y entrenadores pudiéramos “conocer mejor la labor de cada uno” (y no sólo desde el aspecto técnico).
No dejemos que la ignorancia nos separe.
Un abrazo!
Muchas gracias David. El aprecio es mutuo.
EliminarEspero con la más absoluta de las impaciencias esas jornadas! Lo sabes bien!
Un abrazo!
Milalalarga, David y Antonio estoy totalmente de acuerdo con lo que comentáis, creo que todos deberíamos remar en la misma dirección por el bien de los niños y las niñas.
ResponderEliminarPor cierto, gran idea la de hacer jornadas conjuntas entre entrenadores y árbitros.
Saludos a los tres.
Buenas Jesús.
EliminarPor lo que tengo entendido, falta poco para celebrar una de esas reuniones conjuntas, en la que si todo va bien, tendré el placer de participar.
Un saludo y gracias por comentar.