Benjamines

Ayer descubrí algo que desconocía acerca de las concentraciones benjamines que organiza la FAB Cádiz. Resulta que los diversos equipos participantes, sus entrenadores en este caso, no reciben una copia del acta que realizan los auxiliares de mesa. De hecho, parece ser que el objetivo de que exista esta "mesa" no es otro que los auxiliares tengan un lugar donde hacer "las prácticas", es decir, son las primeras actas que elaboran y obviamente tienen que comenzar por algún sitio. Es ideal además, ya que en un acierto, desde mi punto de vista, de la Federación, se deja totalmente al margen el marcador y no tendrán que "exponerse" a ser examinados por los equipos al no entregar copia de su trabajo. No hay ni clasificaciones ni ninguna historia parecida.

Recordemos que se trata de niños y niñas que estudian normalmente 3º ó 4º de Primaria. 8, 9 ó 10 años como máximo. Para muchos, la mayoría, son sus primeros años jugando a baloncesto. Para muchos entrenadores, en cambio, esto no es así, sino que ya tienen una dilatada "experiencia" en los banquillos. Y aquí recuerdo mi punto de vista sobre la experiencia: si llevas 20 años haciendo las cosas mal, ¡pobre experiencia! Más te valdría ser un novato...

Siempre he apostado por la información. No son pocos los clubes y los entrenadores que se apuntan al carro ético del "no ganar de cualquier manera" o "el marcador no es lo importante". He conocido a muchos. Muchísimos diría yo. La mayoría, cuando hablas sobre esto, te dan la razón. Lo triste es que la inmensidad de esta mayoría te da la razón sólo cuando pierde, pero cuando ganan... Si consiguen la victoria se les olvida. Triste fortaleza ética: pasar de valorar el esfuerzo a la exaltación de la victoria. Ellos mismos se delatan en sus crónicas: el esfuerzo lo más importante en la derrota, el marcador o la victoria lo más importante en el caso contrario. Hay que ver lo difícil que es saber ganar... Lo más exagerado es cuando se hacen crónicas y se da la máxima información cuando el equipo o el club gana, pero misteriosamente desaparecen de todos sitios en algún año malo o un mal partido. Porque también es difícil saber perder, por supuesto.

El caso es que, para no irme demasiado del tema y centrarme en estas crónicas, me están llamando bastante la atención las últimas crónicas benjamines que van apareciendo en bastantes páginas web. Pongo por bandera, por supuesto, la buena intención de los cronistas. Otra cosa es que piense que aciertan o se equivocan y, por desgracia, me inclino más por lo segundo que por lo primero.

No sé si debe a la falta de formación o información, o simplemente que ésta, de pronto se olvida, pero aún en ausencia de información alguna, me parecería de una pobreza intelectual grande el no deducir que la Federación no entrega copia de las actas porque precisamente no quiere que se le dé importancia alguna al marcador en estas edades. Entonces, ¿qué tipo de crónicas se deben hacer?

Leo muchísimas crónicas con unos datos increíbles. No sólo el marcador final, sino incluso los parciales por cuartos. Se señala claramente si el partido se ganó o se perdió, por supuesto valorando las victorias en los titulares y el "buen rato" en las derrotas, dejando clarísimas las rachas de partidos ganados (no hace falta ni leer la noticia) y teniendo que leer la crónica completa si es que el partido "se perdió". Señalando incluso las anotadoras de cada equipo o valorando a unos jugadores por encima de otros. ¿Cómo es posible saber esto? ¿Se llevan estadísticas individuales en los banquillos? ¿Acaso desde la grada? Qué peligrosa que es toda esta situación.

Habría que hacer algo al respecto. Los benjamines están para jugar y ya está. Enfatizar el marcador en estas edades me parece una táctica poco adecuada para la formación de todo el mundo: jugadores, padres y los propios entrenadores. Llevar estadísticas numéricas en los banquillos es una absoluta pérdida de tiempo. Ya no hablemos de las gradas. Si se sigue por esta línea, estaremos ante el caldo de cultivo ideal de la estupidez del "ganar de cualquier manera". 

En los últimos cursos de entrenador hemos visto diversas estrategias para evitar esto. Entre otras cosas, cómo elaborar estadísticas de rendimiento, no resultadistas o numéricas. Vamos, no las clásicas. Plantillas que nos proporcionen información valiosa como entrenadores, que nos ayuden a saber si el jugador asimila o no conceptos nuevos. Por supuesto, también se aborda la comunicación con las familias y se invita a compartir nuestro punto de vista. Es difícil convencer a todo el mundo, pero si se es un poco coherente y todo se hace por el bien de sus hijos... quizás hasta estén de acuerdo. Ahora bien, para explicarle nuestro punto de vista a las familias, éste debe existir. Dudo mucho que a alguna le convenza la idea de que lo importante es el marcador cuando se gana y el esfuerzo cuando se pierde. Pero claro, la formación que se oferta no siempre llega al espíritu... por eso el diablo siempre busca almas que comprar. Espero que las que se vendan, al menos, no contagien demasiado a los niños y los clubes tengan ciertas reglas impuestas que limiten la importancia que se le da al marcador en niños que, en la mayoría de los casos, sólo buscan el jugar por jugar como la más pura esencia del juego. 

En la Federación, por lo menos, esto está muy claro: no se publican crónicas de las concentraciones benjamines si éstas llevan connotaciones al marcador, anotadores y anotadoras o incluso si se habla sobre los partidos tácticamente. Sin duda un gran aplauso para la FAB Cádiz y un gran tirón de orejas para muchos clubes.