Hay tantas cosas que programar en la actividad física que a veces se escapan variables de todo tipo. La formación, la experiencia crítica, las opiniones, las ayudas de compañeros... todo te echa una mano, pero tan numerosos son los aspectos, que suelen escaparse tantos que a veces me parecen la mayoría...
Le llevo dando vueltas a una de estas cosas que, por otra parte, podría ser que cayera por su propio peso con el tiempo. Se trata simplemente del enseñar a "ser deportista". Y no hablo solamente de la deportividad o del fair play, sino de verdaderamente tener el comportamiento de un deportista.
Quiero pensar que un gran número de gente no identifica el "ser deportista" con la imagen de muchas de las grandes estrellas mediáticas que solemos ver por televisión. Quiero pensarlo, de verdad. Ser deportista no es exactamente eso. Las connotaciones de la palabra deportista siempre han sido positivas y, actualmente, muchos deportistas profesionales probablemente tengan más negativas que positivas.
Doping, engaños al árbitro, multas de tráfico, fiestas de dudosa moralidad, agresiones... No, definitivamente un alto porcentaje de profesionales, de un gran número de deportes, no entran dentro de lo que yo entiendo por "ser deportista". Porque el deportista se supone que lleva una serie de valores por bandera que son totalmente incompatibles con todo esto:
- El deportista lo primero que aprende es que hay unas reglas que hay que cumplir, porque sin reglas, no hay deporte. Por eso las cumple por motu propio.
- El deportista disfruta con el entrenamiento, es la mejor parte de su día, sobre todo cuando termina exhausto, consciente de que ha dado lo mejor que tenía.
- El deportista, en deportes de equipo, disfruta con el progreso de sus compañeros y comparte su alegría.
- El deportista apoya al compañero que se siente débil o cerca del fracaso, porque también en parte siente éstos como algo suyo.
- El deportista siempre es autoexigente: busca la mejora continua y no se conforma.
- El deportista aprende de sus errores, no es vencido por ellos.
- El deportista tiene fe en él y en su equipo, sus técnicos y compañeros.
Sirva todo esto como ejemplos... y ninguno de ellos tiene por qué aprenderse obligatoriamente con el deporte. El deporte no es "deportivo" per se. Eso es una de las mayores creencias absurdas de la sociedad. Los valores que transmite el deporte dependen absolutamente de la orientación que se le quiera dar y, en este sentido, ya no sólo depende de que un profesional sea el que dirija y controle estas actividades: su ética tiene que estar fuera de toda duda... y esto es tan difícil de controlar porque... "¿Y quién vigila a los vigilantes?" En este sentido, puede que sea el Club el que deba hacerlo... y ya corresponderá entonces a los posibles usuarios seleccionar al Club que tenga los vigilantes (y los vigilantes de los vigilantes) adecuados... Aunque probablemente sean los usuarios los mejores supervisores... O deberían serlo.
Además de todo esto, creo que también hay que enseñar a los equipos de formación que una parte importante del deporte está directamente relacionada con la salud. Terminar los entrenamientos con una pequeña vuelta a la calma y estiramientos suaves va en la línea de enseñar esto... Estiramientos previos a una ducha relajada donde seguir charlando durante unos minutos con los compañeros del equipo. Sin duda una actividad que ya no es solamente positiva por la higiene personal de los jugadores, ya que se lleva a cabo en los minutos inmediatamente posteriores a la finalización de la actividad, sino que ayuda a establecer lazos de equipo. Hay que cuidar la higiene y el vestuario, y esto el deportista también lo sabe bien.
Así que planifiquemos traspiés, rodapasos, volumen de tiro, cortes de UCLA y mil historias más... pero si nos olvidamos de enseñar qué significa "ser deportista" estaremos consiguiendo personas que practican deporte, pero que no son deportistas. Y el que no llega a serlo, seguramente deje de practicarlo. Quizás no hoy, ni mañana... pero dejará de hacerlo tarde o temprano.
Siento afirmar que esa es una loza que los deportes colectivos llevará consigo siempre.
ResponderEliminarUn deportista es aquel que práctica un deporte individual. El resto, al menos para mí, es una burda copia.
No conozco ningún ciclista que salga la noche antes de la carrera, o fume a diario. ¿Jugadores de baloncesto.....? sería más sencillo preguntar cuáles no.
Yo también siento decir que estoy bastante de acuerdo contigo. Pero ese es también un reto bonito: conseguir deportistas de verdad en deportes colectivos, aunque para eso, como dice Carlos Yeray Lobato en su último post, hace falta buena mermelada en los botes pequeños. Más que recomendable su lectura.
EliminarUn abrazo y gracias por comentar.