Algoritmos

En Wikipedia podemos encontrar una definición bastante precisa de lo que significa la palabra algoritmo: es un conjunto preescrito de instrucciones o reglas bien definidas, ordenadas y finitas que permite realizar una actividad mediante pasos sucesivos que no generen dudas a quien deba realizar dicha actividad.

Siempre me ha hecho bastante gracia la preocupación de educadores, profesores, familiares, entrenadores... por solucionar las dudas. Me acuerdo cuando me recomendaban, como entrenador, que me tenía que ganar el respeto de los jugadores solucionándoles las dudas... Bien, puede que en ocasiones sea así, no lo voy a negar categóricamente, pero creo que no es una regla ni mucho menos general. Vamos, que no es un algoritmo.

Evitar la duda es precisamente evitar el conocimiento. Una persona solamente tiene dudas cuando analiza lo que sabe y reflexiona sobre lo que no sabe. No es que nuestro trabajo como entrenadores dependa de solucionar dudas: es que precisamente, gran parte de él debería ser generar las dudas correctas.

Me hace bastante gracia ver los datos educativos españoles. Me pregunto qué porcentaje de la población de maestros, entre los que obviamente me incluyo por la actividad profesional que realizo, enseñan Matemáticas en Primaria basándolas en algoritmos. Básicamente, se trata de no enseñar a los alumnos a pensar, sino a memorizar una serie de pasos para hacer todas y cada una de las operaciones algebraicas. Un ejemplo claro: la consabida cantinela, por todos aprendida, de "0 al cociente y bajo y la cifra siguiente"... Pues muy bien: te lo aprendes y lo haces. Es así y ya está.

Claro, quizá este modelo de enseñanza se justifique en que al final, el alumnado que es bueno en Matemáticas destaca, tiene cierto éxito, incluso llega a la Universidad y se hace investigador... y a saber cuántas cosas más. Sin embargo, quizás todas estas cosas sucedan a pesar del método empleado y no gracias a él. Y claro, mientras sigan teniendo más peso los alumnos brillantes que el horrible dato del 13% de alumnos españoles rezagados en Matemáticas en Primaria en comparación con el 7%  del resto de países de la OCDE, pues la cosa no creo que cambie. Y no cambiará porque, por regla general, cuando se siguen haciendo las mismas cosas, normalmente se obtienen los mismos resultados. Para obtener resultados diferentes, hay que hacer cosas diferentes. 

En otro orden de cosas... las últimas dos noches he disfrutado viendo jugar a Ricky Rubio. Los que me conocen saben que, de alguna manera, siempre he apostado por él. No creo que le falten fans... y el tema es que tampoco le faltan detractores... Pero más allá de esto, de su impacto en los Timberwolves, de los números que está haciendo en la NBA o de lo que pasó su último año en el Barça... lo que está claro es que Ricky tiene una capacidad de percepción y decisión superior a la media. Reflexión sobre lo que percibe diría yo. Ricky no utiliza algoritmos: reflexiona. 

Ahora nos toca a nosotros decidir qué tipo de jugador queremos... pero si queremos conseguir jugadores que piensen, creativos, espectaculares... igual hay que renunciar al resultadismo inmediato exacerbado, sobre todo en las primeras edades... y no castigar al jugador que pierde un balón por dar un pase por la espalda... Porque yo no quiero un jugador que me haga algoritmos... que por desgracia ya hay bastantes en la mayoría de centros de enseñanza.