Pensamientos en voz alta
El fin de semana siempre me deja unas cuantas lecturas curiosas, sobre todo debido a las redes sociales.
La verdad es que, sobre estas últimas, pienso que la mayoría de las personas tenemos demasiados "amigos" en ellas. Eso implica que nuestros estados de ánimo, opiniones o pensamientos (a veces sin sentido) que nos decidimos a publicar, son compartidos por ese seguramente numeroso grupo de "amigos". Y esto, en ocasiones, y no sólo desde mi punto de vista, puede ser un problema.
Para no entrar en un juicio de valor general, diré que creo que al menos los entrenadores de categorías de formación deberíamos seguir dos reglas principales:
- Tener mucho cuidado con nuestra red de contactos y quién forma parte de ese grupo de amigos. Por ejemplo, yo evitaría tener como contacto a alguno de los jugadores o jugadoras que entreno.
- Cuidar mucho los pensamientos, ideas y opiniones que se expresan y comparten en las redes sociales en función de los contactos que tengas. Por ejemplo: si tienes a tu grupo de jugadoras o jugadores como contactos, quizás debas evitar la mayoría de juicios de valor con respecto al equipo, y en general, casi con cualquier cosa... porque al final, un entrenador es entrenador 24 horas al día y tienes que dar ejemplo siempre en todas las facetas de tu vida.
Así pues, si quieres utilizar las redes sociales para explayarte ideológicamente, quizá no deberías tener como contactos a las jugadoras que entrenas. Yo esto lo veo tan obvio como lo sería el no criticar a tu empresa si tienes a tu jefe de contacto...
Pero tengo que decir otra cosa más sobre los mensajes que leo, sin ánimo de ofender: me siento mal, por lo menos relativamente mal, cuando observo muchos comentarios de entrenadores de baloncesto que suelen utilizar las redes para comentar la "victoria" o la "derrota" de su equipo de formación. Habrá muchos que pensarán que "no debería importarme", y seguramente tendrán razón, pero es que sí que me importa. Me parecerían noticias fantásticas si fueran más allá del marcador. Es más, serían increíbles si lo obviaran. ¿Qué más da el marcador? ¿Han estado intensas? ¿Han jugado como entrenan? ¿Han sido valientes? ¿Se han ido decepcionadas con ellas mismas porque saben que lo podían haber hecho mejor? ¿Se han quedado con ganas de más? ¿Se han ido satisfechas? ¿Orgullosas? Éstas podrían ser algunas de las preguntas correctas, ahora sí desde mi punto de vista...
Por todo ello, y enlazando con la primera parte del post, cuando veo un comentario que empieza por el marcador pienso: "Vaya, espero que entre sus contactos no estén sus jugadoras". Y es que, aunque el mensaje posterior sea positivo, por desgracia la presencia es la presencia, y el orden es el orden. Si se habla del marcador y encima se hace en primer lugar, aunque no se le dé la máxima importancia a éste, un jugador o jugadora de categorías de base, en una inmensa mayoría, probablemente sí que se la dará.
Completamente de acuerdo con lo que expones respecto a las redes sociales.............
ResponderEliminarPero de todo lo que escribes, me quedo con la conclusión final que haces y que se sale, un poco, del tema principal de las redes sociales: "quizá el día más feliz debería poder coincidir con un marcador en contra". Me parece totalemnte acertado ese comentario, si lo hubiesen aplicado parte de los entrenadores que tuve, a día de hoy recordaría con mucho más cariño mis años de jugador. Afortunadamente, hago buen uso de las malas experiencias para orientar mi trabajo como entrenador en una línea más correcta que la que se empleó conmigo.
Como siempre, siguiendo tu Blog y sacando algo productivo de cada uno de tus posts
Buenas Manu. Me alegro de que estés de acuerdo. Muchas gracias por tus palabras.
ResponderEliminarSobre la reflexión final, fíjate... yo creo que no se sale del tema, porque este enlace está colgado en mis redes sociales y hablo sobre el partido... ¿no?
¡Un abrazo!