El agradecimiento a los clubes suele ser un denominador común cuando cada verano un seleccionador consigue una medalla (y se suele dar a menudo) con una selección nacional. Es el resultado del famoso método FEB. Y aunque hay muchos que piensan que está próximo a agotarse por la pérdida de estrellas de referencia (seguramente asistiremos a la última cabalgada de Pau, Navarro y Felipe Reyes este verano; y quién sabe si también de Calderón), el caso es que las categorías de base españolas suelen darnos "alegrías" durante las vacaciones estivales de casi todo el mundo: siempre hay un campeonato que celebrar y lo normal es que sean varias de estas competiciones las que acaban con una selección española en el podium.
En otro nivel, lo mismo sucede cuando la medalla se consigue con una selección autonómica o incluso provincial, como es el caso de Andalucía, donde la selección de talentos comienza en las selecciones provinciales. En todos ellos (en todos los niveles quiero decir), el criterio de selección puede ser muy dispar, dependiendo del estilo de dirección técnica ejercido, o simplemente de si existe o no esta dirección técnica... pero sobre esto volveré luego.