domingo, 24 de julio de 2016

La Ley 5/2016, del Deporte de Andalucía


El pasado 22 de julio se publicó en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía la Ley 5/2016, de 19 de julio, del Deporte de Andalucía. Una ley ansiada por uno de los colectivos a los que pertenezco: los licenciados o graduados en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte

Que hiciera falta esta ley creo que está fuera de toda duda, más si tenemos en cuenta que todavía para un número sonrojante de gente, mis estudios aún suenan un poco extraños y te hacen la pregunta de confirmación: ¡Ahhh...! Profesor de Gimnasia, ¿no?

No podemos culparlos porque, hasta anteayer, ése era precisamente el único campo que estaba abierto en exclusiva para un "inef", que es otra de las denominaciones típicas que nos suelen colgar (por aquello de las siglas de los Institutos Nacionales de Educación Física). Pero es que resulta que todo esto quedó atrás y la Educación Física Escolar no es otra cosa que una sola de las ramas profesionales que abarcan estas enseñanzas. 

Desde hace ya mucho tiempo, las Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (en adelante CCAFD) se orientan principalmente hacia cuatro ámbitos de conocimiento: el Alto Rendimiento Deportivo, la Enseñanza, la Actividad Física relacionada con la Salud y la Gestión Deportiva. Con muchos matices dentro de ellas, por supuesto.

En mi caso, por ejemplo, decidí seguir el itinerario en Alto Rendimiento Deportivo en Deportes Colectivos: Baloncesto. Sin duda una formación rica a través de la cual pude incluso disfrutar de una beca de investigación en los Juegos del Mediterráneo de Almería 2005

Pero aquí es donde viene el divorcio con otro colectivo al que también pertenezco: el de los entrenadores deportivos, en mi caso concreto, de baloncesto.

Resulta que las Federaciones Deportivas, que tienen una consideración especial porque desempeñan una función pública, no nos olvidemos, tienen la potestad de admitir o no a trámite la licencia de un determinado entrenador según la titulación que posea. Cada federación tiene la responsabilidad de comprobar que ese entrenador posee los conocimientos necesarios para dirigir un determinado equipo, dependiendo de la categoría/edad de los jugadores. Hasta aquí casi todo perfecto. "Casi" porque habría que establecer quién está en disposición de decidir si alguien tiene o no los conocimientos adecuados y esto es un vacío legal que todavía se da hoy en día. 

Por supuesto, hay federaciones que funcionan mejor que otras... Algunas se saltan la norma y permiten entrenar sin la titulación correspondiente con mil trampas legales o, en ocasiones, con total descaro. Y la mayoría de gente pasa por el aro de hacer lo políticamente correcto, al menos en España: adular a aquel del que te puedes aprovechar en el futuro. Porque "si alguien se salta la ley ahora y yo me callo, quizás más adelante me la pueda saltar yo también". Sin duda este peloteo es el rasgo menos desarrollado de mi españolidad.

He dado clase en dos Escuelas de Entrenadores, de dos federaciones deportivadiferentes, en sus cursos federativos y he visto lo que es funcionar bien, relativamente bien, mal y el desastre total. Esto pasa o puede pasar en todas las casas. Pero lo que es inaceptable es que el dinero que se cobra a los entrenadores o futuros entrenadores se utilice para tapar los agujeros de la mala gestión (que por lo visto no se cubren con los diferentes "convenios" que se suelen firmar, ya sean de balones oficiales o de ropa deportiva). Pero luego volveremos sobre esto.

Las federaciones nunca han mirado con muy buenos ojos a los licenciados en CCAFD, ni las Universidades, al mismo tiempo, a los entrenadores profesionales. Como decía, un divorcio que ahora se hace más patente. 

Personalmente, creo que aquí hay mucha culpa en ambos lados de la balanza, pues si las federaciones no suelen valorar los conocimientos específicos de los titulados en CCAFD, tampoco se suele invitar a los entrenadores profesionales a dar clases en las facultades. Y en Alto Rendimiento, y esto es otro cliché, hay también estudiantes que quieren ser "solamente" buenos ENTRENADORES (como si fuera poco), no preparadores físicos. Este es uno de los matices en el ámbito profesional del Alto Rendimiento.  

Lo que parece evidente, y creo que es el quid de la cuestión, es que hay un problema formativo a la vista. El deporte, desde hace ya unos años, es una Enseñanza de Régimen Especial. Si quieres ser entrenador de baloncesto, debes cursar como mínimo un Ciclo de Grado Medio de Formación Profesional. 

¿Qué pasa entonces con todas las titulaciones federativas? ¿No sirven? 

Bueno, de momento sí que sirven. El Consejo Superior de Deportes ha convalidado prácticamente todas aquellas formaciones que se hicieron antes del año 2000. Es decir: que si hiciste el curso de Entrenador Superior de la Federación Española de Baloncesto antes de ese año, inmediatamente eres a todos los efectos Técnico Superior Deportivo en Baloncesto. Pero si es que lo hiciste entre el año 2000 y el 2007 (lo que se llama el periodo transitorio), solamente tienes que realizar una pequeña convalidación y también lo eres. Ahora bien, a partir de 2008 mala suerte. No eres de manera oficial absolutamente nada.

Eso sí, entrenar podrás seguir entrenando porque existe una opción de "habilitación profesional". Pero olvídate de la titulación oficial. Si la quieres obtener, comienza realizando el grado medio (dos cursos). Si quieres llegar al grado superior, irremediablemente tendrás que haber cursado antes el grado medio. Así de simple o de injusto: un año de diferencia te condena a tres cursos académicos. Y con una paradoja brutal: si eres licenciado CCAFD, puedes ser profesor del bloque común y estudiante al mismo tiempo del bloque específico. O quizás puedas ser incluso profesor de ti mismo si no pides convalidaciones. Alucinante, ¿a que sí?

La Administración, además, ahora es clara con las federaciones, que piden tiempo para reconvertirse: "Miren ustedes, han tenido unos años para adaptarse a las exigencias". Pero claro... con el dinero que se saca en los cursos federativos... ¿quién va a renunciar a ese pellizco de dinero fácil? Lo mejor, supongo que pensarán, es que los alumnos, sobre todo los humildes, los inquietos y los responsables, que son los que suelen (perdonad que vuelva a matizar lo de "suelen") ser mayoría en los cursos de entrenadores, sigan haciendo los cursos federativos. Da un poco igual incluso quién los dirija o que la formación sea mejor o peor. ¿Qué más da? Total, los alumnos van a pagar igual... si es que quieren entrenar.

Con clubes que deben miles de euros, algunos casi veinte, y todo el mundo de peloteo insufrible, es difícil arreglar las cosas. Con gestores de dudosa moral es complicada la profesionalidad. Con la envidia por bandera y el arte de trepar a cualquier precio, arrimándose a la sombra que más cobijo proporciona, es sencillo fracasar. Con el contexto de la escasa formación deportiva, especialmente en el deporte de base, y con tan poca gente que haga por solucionar ese déficit educativo, quitar la venda de los ojos es misión casi imposible. 

Ahora la pelota, supongo, está en manos de la Administración. La Ley del Deporte es un avance, no me cabe la menor duda. Pero ahora hará falta hacerla útil de verdad... y aquí hay muchas nubes grises... y no sé si escampará: la regulación económica de los entrenadores, la inspección de los falsos voluntariados, la dirección deportiva o técnica de los clubes, los roles ejercidos de manera ilegal... ¿Se avecina tormenta o quedará en agua de borrajas?

Nunca llueve a gusto de todos, eso está claro. El problema es que por más que llueva, hay gente que es maestra usando paraguas y chubasqueros. Ojalá que la nueva ley venga también con un viento fuerte, de esos levante que soplan por estas tierras, que hace inútil casi cualquier cosa que intentes con tal de no mojarte. 





2 comentarios:

  1. Todo muy complicado, esperemos que lleven acabo la ley.

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    1. Pues sí. Complicadísimo. Pero la única manera de regularizar algo es estableciendo un corte en algún sitio, eso lo tengo claro. En esta ocasión, somos muchos los que salimos perjudicados; pero no es normal que habiendo titulaciones oficiales desde hace mucho tiempo (TAFAD, Maestros de Educación Física, Licenciados en Ciencias del Deporte) y con la demanda que tiene la actividad física-fitness (por llamarla de alguna manera), no se haya regularizado esto aún. Y esta ley es lo de menos. Las leyes nacionales son más complicadas aún. En fin... para no dormir.

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