domingo, 23 de agosto de 2015

Don't give up - No te rindas

Bray, condado de Wiclow, Irlanda. Lunes, 6 de julio de 2015.

Las 17:00 de la tarde y mientras mi grupo de alumnos están en clase de Inglés, intento conectarme a la red Wifi del Comunity Centre. Se trata de un centro maravilloso donde organizan numerosísimas actividades, alguna de ellas de forma altruista contando con la inestimable ayuda de sus voluntarios, tanto culturales como educativo-deportivas para los vecinos de los alrededores.

Como no hay manera de hacer que la contraseña funcione, le pido ayuda al que parece ser el secretario del centro, que muy amablemente me explica que la contraseña está mal. 

-Lower case, man. It's wrong... I really don't know who wrote this in capital letters, hehehe...

Vamos, que habían copiado la contraseña en mayúsculas, pero yo la tenía que poner en minúsculas... Así que la introduzco pero nada: tampoco funciona.

-It doesn't work... Well, no problem. Don't worry... (No funciona... Bueno, no pasa nada...)
-No, no, no! Don't give up! (¡No, no, no! ¡No te rindas!)

A mí ya me da un poco igual. Total, después de echar durante más de una semana unas 14 ó 15 horas al día, podía actualizar las noticias sobre el viaje en la web de mi Colegio unas pocas horas más tarde. Pero el carácter de este hombre es inquebrantable.

Después de decirme que no me rinda, me pide comprobar el nombre de la red a la que me estoy intentando conectar y resulta que no es la correcta, pero mi ordenador tampoco detecta cualquier otra.

-Ohh... Maybe the problem is my laptop... Well, thank you very much anyway... (Ohh... Quizás el problema es mi portátil... Bueno, gracias de todos modos...)
-No, no, no! Don't give up! Don't give up! 

El hombre me explica que en realidad estamos lejos del router, así que me invita a que nos acerquemos a la sala de informática. Una vez allí, bingo: la red está disponible, pero la contraseña vuelve a funcionar mal. Y una vez más vuelvo a escuchar el don't give up... A mí casi me da la risa y le explico al hombre que le suelo decir esa frase a mi hija muchas veces al día... y ahora parecía que yo no quería aplicarla... pero sólo haría falta un intento más.

-It works! Thank you very much! For your help... and your advise! (¡Funciona! ¡Muchas gracias por tu ayuda... y por tu consejo!)
-Never give up man, never give up. (Nunca te rindas hombre, nunca te rindas)


Al día siguiente tuve la suerte de conocer al entrenador de fútbol que trabajaba con los chicos del barrio. De hecho organizamos un pequeño campeonato con ellos una de las tardes y fue quien me explicó cómo se había fundado el centro y me preguntó si conocía a Katie Tylor. La verdad es que sabía quién era desde solamente una semana antes, lo cual dice mucho (o muy poco) de mi conocimiento sobre el mundo del boxeo (Katie no es solamente la mejor boxeadora de la historia de menos de 60 kilos, sino que además es Irlandesa, de Bray, vecina del barrio... Y empezó a boxear en el Comunity Centre). Una superdotada, campeona de Europa, del Mundo y Olímpica de boxeo... e incluso internacional con la selección irlandesa de fútbol. Espectacular.

Fue esta conversación la que hizo que lo comprendiera todo. ¿A qué no adivináis quién fue su primer entrenador? Efectivamente: Al, el hombre que hasta en tres ocasiones me había repetido el día antes don't give up. Y es que un primer entrenador así, de los que no dejan que te rindas en ningún aspecto de la vida, es muy probablemente el que pone la base sobre la que forjar un carácter de una carrera legendaria.
Ever tried. Ever failed.
No matter. Try again. 
Fail again. Fail better.

(Samuel Beckett)

"Lo intentaste. Fallaste. No pasa nada. Inténtalo otra vez. Falla otra vez. Falla mejor."

Y el resultado de todo esto es que vuelvo a entrenar.


1 comentario:

  1. Me alegro de que vayas a volver a entrenar, me alegro mucho.
    Espero que te vaya todo muy bien.
    Besos.

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