martes, 20 de enero de 2015

El marcador (volumen IV)


Con este post acaba la serie de entradas sobre el marcador. Además, precisamente en un momento de bastante actualidad, ya que en Estados Unidos se ha dado el caso de una sanción, como la ya comentada en fútbol en Andalucía, a un entrenador de baloncesto que ganó un partido por 161 a 2. Se puede leer esta historia en el siguiente enlace:

Si habéis leído la noticia, pero no sus comentarios, antes de seguir os recomiendo que también les echéis un vistazo. Como varios diarios se han hecho eco de la sanción, yo he leído muchos comentarios de todos ellos. Casi cada uno de los mismos tratan de temas que ya hemos comentado y debatido por aquí. Por supuesto, también mis preferidos:

- ¿Es respeto al rival no dar la máximo?
- ¿Se sentirá menospreciado el equipo que siente que el rival no está dando lo mejor de sí mismo?

Como también he referido en más de una ocasión, creo que aquí se confunden los términos: no es lo mismo hablar de baloncesto de alto nivel, que de baloncesto amateur... y mucho menos de baloncesto formativo no de alto nivel, diferenciándolo de aquel que sí es de alto nivel y donde, obviamente, no incluiríamos equipos que pierden de 150. Hay maneras de ganar y maneras de ganar. Pero claro, para ser consciente de esto como entrenador hay que ser profesional. Y además de los buenos. Por eso más de uno que va en plan superprofesional llega y le mete una paliza de 100 o de 150 a chicas con un nivel mucho más bajo sin dejar de presionar en todo el partido. Olé. Twitter hace milagros, pero no borra las huellas de nuestros actos para el que quiere recordarlos.  

Pero hoy quería hablar precisamente de otra cosa: de las soluciones. O mejor dicho, de las propuestas. Propuestas, obviamente, llevadas a cabo por profesionales. Y no por profesionales cualquiera, sino de los buenos. De esos que se preocupan, precisamente, porque la formación de los niños que se inician en el deporte sea lo mejor posible y tratan de minimizar la poca cultura de la sociedad, que se arrodilla ante la dictadura de un marcador contra el que sólo unos pocos se atreven a organizar una rebelión.

Estas propuestas, normalmente referidas al minibásket, giran en torno a varios puntos, que trataré de resumir en sus aspectos más importantes:

  1. El marcador no es el que decide quién gana el partido, sino que pasa a ser un apartado más del mismo, es decir, se tendrá en cuenta para decidir al ganador pero no será el único elemento a considerar.
  2. Se contabiliza por periodos y no por cantidad total de canastas.
  3. El árbitro es un dinamizador de juego que también otorga puntos. Suele existir lo que se ha denominado en ocasiones una tarjeta que se enseña a un jugador que lleve a cabo una acción significativa de juego limpio. Estas acciones las recogería la normativa específica.
  4. Los entrenadores de ambos equipos también otorgan puntos al equipo contrario en función de un cuestionario diseñado para ello.
  5. Existe la figura del árbitro de gradas, siendo un aficionado de cada equipo (normalmente un familiar). Éste lo que hace es valorar a la afición del equipo rival también a través de un cuestionario diseñado al efecto.
En los planteamientos más sofisticados, existe una aplicación para smartphone o tablet que recoge los partidos de la jornada y dentro de los cuales los diferentes "jueces" acceden, votando en el cuestionario del partido correspondiente, dentro de su usuario individual perteneciente al equipo donde están asignados. El sistema establece la ponderación y el ganador del partido. Por regla general, la ponderación máxima del marcador no es ni un 50%. 

Esto, que puede parecer ciencia ficción, se está realizando ya en España. Es relativamente sencillo dada la proporción de smartphones existentes, pero ni siquiera serían necesarios, aunque obviamente agilicen el conocimiento de los resultados. Ahora bien, ¿interesa que se extienda? Pues aquí está el tema: depende.

Como decía más arriba, he leído muchos de los comentarios en los diferentes diarios donde se ha publicado la noticia de la sanción al entrenador. La sensación que me ha dejado la lectura de los mismos no ha sido buena. Desde mi punto de vista, el panorama es desalentador. Profundamente desalentador, porque aunque opiniones quepan muchas, a mí lo que me transmiten es una pérdida total de cultura deportiva. Perdón, rectifico: una ausencia total de cultura deportiva. Los he contado: más de la mitad de los comentarios a favor de apalizar al rival. Así que hay dos posibilidades: o la mayoría de la gente piensa así, o los que no piensan así no han participado. Y aunque fuera esto último, que haya tanta gente abogando porque las chicas de menos nivel dejen de jugar me parece totalmente decepcionante.

Así pues, desde el punto de vista federativo es relativamente fácil actuar, básicamente porque sólo hay un campo de actuación:
  • No se puede actuar eficientemente, al menos a corto plazo, en la cultura deportiva de la sociedad en general, porque hay poco poder para ello. La influencia de los mass media es difícilmente contrarrestable.
  • No se puede actuar contra el comportamiento ético de los entrenadores, ya que es muy complicado trazar unas líneas que demarquen los límites de conducta dentro de un partido. 
  • Pero  que se puede actuar en las COMPETICIONES
Dejo a continuación dos enlaces que comparten varios de los puntos de los que he hablado más arriba. 

El primero corresponde al Consejo Deportivo del Bajo Llobregat. Sin lugar a duda un documento excepcional que todo el que esté interesado en este tema debería obligarse a leer. Deporte escolar y educación en valores, implicando a todos los agentes participantes. Chapó. 


Este segundo enlace corresponde a la revista que edita el Consejo de Colegios Oficiales de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y Educación Física de España. En la página 95 podréis leer una experiencia práctica sobre la evaluación del juego limpio, muy en la línea de lo anterior.


Estas maravillas existen, por mucho que haya gente que quiera mirar para otro lado. 

Termino con una cita curiosa que he escuchado esta misma noche en una serie de televisión: "La única virtud de los mediocres es llegar a puestos de mando". Brutal.

2 comentarios:

  1. Que hayan iniciativas para promover los buenos valores deportivos es sintoma de que hay una preocupacion por parte de las instituciones, pero para mi no es el camino correcto a seguir.

    Estimular el juego limpio como competicion dentro del propio juego a mi entender hace que el niño, que es altamente competitivo, quiera ganar tambien en ese apartado. La duda es si con el paso de las temporadas el niño interiorizara esos valores o si al disputar alguna competicion donde esto no tenga valor competitivo el niño no actuara de acorde con ellos.

    En otras palabras, estamos forzando a que el jugador se comporte deportivamente, cuando estas cosas relacionadas con la actitud deberian depender del trabajo de los educadores del niño (padres, entrenadores, maestros...) y deberian aparecer en los jugadores por propia asimilacion y entendimiento de que ese es el camino correcto.

    Esta claro que esto lleva tiempo y que no todos los jugadores terminaran su etapa de formacion con los valores correctos, pero no se puede forzar a una persona a ser como un modelo ideal.

    Cada uno de nosotros tiene su propia forma de ser y abrazara unos determinados valores. Si nos fijamos en cualquier ambito veremos a gente solidaria y gente que no lo es, habra egoistas y altruistas... Esta claro que a todos nos gustaria poseer todos los buenos valores y que todos los que nos rodean los tengan, pero es imposible. Nosotros los entrenadores como educadores que somos tenemos que hacer una buena educacion en valores a nuestros jugadores y habra algunos que los asimilen y otros por influencia de otros entornos que no lo haran.

    En definitiva, no creo en el estimulo del resultado para anclar ciertos valores y actitudes a los jugadores. Sin embargo si que es verdad que todo dependera de como el entrenador lo enfoque hacia el grupo porque puede ser una buena oportunidad para trabajar en estos valores. Aunque en esto volvemos a confiar en aquellos que son entrenadores y los que se hacen llamar asi.

    Lo mas triste de todo, y ya lo dije con el tema del marcador, es que se estan buscando soluciones para paliar una perdida de valores dentro del ambito deportivo, extremo al que nunca teniamos que haber llegado.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estoy de acuerdo contigo Joan en que nunca deberíamos haber llegado a esta situación. Desde luego, no es la situación ideal, pero no creo que no sea la solución ideal. Es decir, que ahora mismo hay un problema que hay que solucionar, o al menos intentarlo.

      Por otra parte, ojalá todo el problema fuera que los entrenadores educan y los niños adquieren o no esos valores. La cuestión es mucho más complicada. Al menos mi experiencia personal así me lo dice. A lo largo de los últimos 10 años he dado clase en alrededor de 20 cursos de formación, entre los niveles iniciación y nivel 2. He conocido muchísimos entrenadores maravillosos en todos los aspectos, el 90% diría yo... hasta que acababa el curso. Verlos durante la liga ya era otra historia. Además, con un fenómenos bastante curioso: respeto máximo por el profe hasta que se gana una liga mini. Después yo soy mejor que nadie...

      Con esto quiero decir que es muy complicado pasar un filtro ético. Entrenadores hay de todos los tipos: los que piensan que hay que asfixiar al rival, a los que les da absolutamente igual lo que les pase a los jugadores del equipo rival (porque no son los "suyos"), los que prefieren que los equipos de menos nivel abandonen la competición (y con ellos que esos chicos dejen de hacer deporte, pero repito, a esos entrenadores les da absolutamente igual)... Y así un montón de ejemplos más. Por suerte también los hay que son todo lo contrario. La pena es que los primeros hagan más ruido, pero aún es más penoso que verdaderamente haya más de los primeros que de los segundos...

      Las propuestas de las que hablo en el blog, lejos de ser perfectas, lanzan un mensaje que creo que es muy claro: no vale con ganar de cualquier manera. Y es un mensaje cristalino para todo el mundo, especialmente para los padres. Esas propuestas conllevan una línea institucional inequívoca: está cristalinamente claro lo que se piensa. ¿Es la mejor solución solución? Pues probablemente no... Pero para atajar el problema existente hoy en día, desde luego a mí me lo parece, porque el resto de cosas que se pueden hacer son tan a largo plazo, que a mí me parecen inabarcables. Recordemos que los padres en mini cambian cada dos años... Y hay algunos que se dejan asesorar, pero otros no.

      Con los entrenadores... Pues igual tendrían que trabajar los clubes. Lo que pasa es que normalmente, cuando se da un comportamiento así en un entrenador, quizá es que ese entrenador está en un Club con su misma ideología. Siempre he pensado que ahí estaba la clave: en la Dirección Técnica de los clubes.

      Un saludo y muchas gracias por comentar.

      Eliminar

Todos los comentarios de usuarios con cuentas Google serán aprobados, estén de acuerdo o no con la opinión personal del autor del blog, siempre que figuren sus nombres y apellidos.

Los comentarios anónimos y con nicks sin nombres y apellidos, así como los que se dude de su identidad, serán publicados solamente si se entiende que enriquecen el tema del post, desde el respeto y la educación.