martes, 30 de diciembre de 2014

El marcador (volumen III)

Cuando la cuestión técnica deportiva la llevan a cabo profesionales del deporte, que sucedan cosas positivas es mucho más fácil. De lo contrario, podríamos caer en la simplicidad de poner en marcha una medida sobre la que hemos escuchado cosas buenas, pero que por no desarrollarse o no tener en cuenta ciertos aspectos, no termine de asentarse a pesar de su potencial positividad. 

Me consta que hay muchos entrenadores a los que no les agradan las adaptaciones en el reglamento, es decir, en el caso del minibásket piensan que se debería jugar exactamente igual que en el baloncesto sénior. Supongo que hablando de las canastas y los balones sí que están de acuerdo y que se refieren a que no deberían haber "limitaciones tácticas". Así, según algunos de ellos, la defensa zonal debería estar permitida en benjamines y un sinfín de ejemplos más.

Sobre el marcador, supongo que un gran porcentaje de esos mismos que no optan por la adaptación tampoco están de acuerdo en no utilizar el marcador tradicional. Sería bastante lógico. 

Ahora bien, me parece que muchas veces nos falta perspectiva y hay que saber diferenciar y ver más allá de lo que uno siempre ha entrenado. Empatía.

El puntuar por periodos un partido de minibásket me parece un gran acierto, pero de por sí no es suficiente para solucionar todos los problemas. Si no me equivoco, esto comenzó a utilizarse en minibalonmano de una forma parecida:
  • 2 partes de dos periodos cada una.
  • El equipo que anota más goles en un periodo suma un punto.
  • Si un equipo gana los dos periodos de una parte (o gana uno y empata el otro), se anota esa parte: 1-0.
  • Si los equipos empatan a periodos, ninguno de los dos se anota un punto (0-0).
  • Se sigue el mismo procedimiento en la segunda parte.

De esta manera, los resultados posibles serían: 0-0, 1-0, 0-1, 1-1, 2-0, 0-2.

El balonmano es un deporte donde, tradicionalmente, existe la posibilidad de empatar. Ya de primeras se plantea una cuestión que no suele darse en baloncesto, donde tradicionalmente no ha existido el empate, aunque esta cuestión me parece menor: o se permite el empate, o hay un desempate en un periodo extra. Una solución fácil donde casi no merece la pena detenerse.

Donde quizá sea importante parar a reflexionar un momento sería en la cuestión de puntuar por partes. Si cogemos un partido de minibásket de 6 periodos, rápidamente veremos que no es posible el empate dentro de una misma parte, aunque sí si se puntúa por partes, así que solamente tendríamos el "problema" de la posibilidad de empatar al final del partido con las opciones dichas anteriormente: que se pueda empatar o punto adicional... Pero quizás yo no apostaría por un periodo extra para ello.

Pero sin duda, lo que más debate genera son los partidos con gran diferencia de nivel, entre otras cosas porque son los que de alguna manera estimulan el que se reflexione sobre la conveniencia o no del marcador tradicional, así como el plantearnos ciertas modificaciones tácticas. De entre ellas, la joya de la corona: la presión defensiva en todo el campo. Y como se ha venido diciendo, especial importancia tienen estas medidas en las fases previas de las competiciones en las categorías más tempranas, donde las diferencias de nivel extremas suelen darse a menudo. Quizás todo lo que se comenta deba aplicarse exclusivamente en estas fases. Eso como mínimo, pues pienso que no se debería renunciar a esas fases ya que son las que producen que, posteriormente, cada equipo juegue con rivales de su nivel y no estar todo un año martirizado.

Ya se han dado varias opiniones acerca del problema relacionado con la presión defensiva y el hecho de puntuar por periodos: la más oída, y con razón, es la excusa para que los equipos presionen hasta obtener ese "cuarto punto" (si ganas 4 de 6 periodos, ganas el partido). También, ante estas opiniones, en los comentarios de este mismo blog se han propuesto tres soluciones que considero muy válidas:
  1. Una de ellas es que se siga manteniendo que la diferencia de 50 puntos acumulada sea la que marque que un equipo deba defender en pista trasera.
  2. Relacionada con la anterior, en Valencia se cierra el acta a los 50 puntos, pero a partir de los 25 ya no se puede presionar en todo el campo.
  3. Otra es que se haga por periodos: ante una diferencia de más de 15 puntos en un periodo, no se puede defender en pista delantera en ese periodo.
Como digo, todas me parecen correctas y se podrían llevar a cabo. Y propongo otra más, añadida a la anterior y volviendo al tema de los 6 periodos:
  • Se puntúa por partes, anotándose períodos. El equipo que gana dos periodos, gana una parte.
  • El equipo que gana los dos primeros periodos de esa parte, no puede presionar durante el tercer periodo.
  • Se mantiene el marcador arrastrado para contar la diferencia de +50. Cuando se supera, no se puede seguir presionando.
Encontrar soluciones a los problemas está muy bien, pero plantearse los problemas incluso antes de que sucedan es lo que marca la diferencia entre los buenos y los mejores. Y para anticipar esos problemas, nada mejor que contar con gente preparada y motivada en este sentido. 

*Artículo editado: había un error en el párrafo sobre empates y desempates.