jueves, 30 de octubre de 2014

Formación y aprendizaje

Durante años he escuchado hablar del "problema" de la "titulitis", es decir, de conseguir un título de prácticamente cualquier cosa (normalmente de aquello que te va a permitir trabajar en lo que te has propuesto) más allá de aprender a realizar correctamente la actividad objetivo.

Hoy en día, las personas con un curriculum extenso son receptores de bastantes críticas. Entre ellas, de afán por la titulitis. En ocasiones quizás sea así... pero desde mi punto de vista, solamente cuando el énfasis está puesto en la consecución de la titulación más allá que en el aprendizaje se puede hablar de titulitis. O mejor dicho, solamente cuando lo que quieres es una justificación de la formación en la que has participado más allá del hecho de aprender, se puede hablar de titulitis.


A menudo, muchos de estos críticos se suelen poner a la defensiva ante los casos de "sobreformación" precisamente porque ellos carecen de ese "exceso". Vamos a ver: si es un exceso, ¿por qué preocuparse? Cada uno decide en lo que formarse, cuantitativa y cualitativamente. Así que, como suele decirse, que "cada palo aguante su vela". Ahora bien, en numerosas ocasiones sacan a la luz autojustificaciones que nada tienen que ver con que piensen que es un "exceso". Más bien parecen excusas ante la falta de (¿ganas? ¿motivación?) formación continua. Y desde mi punto de vista, no hay excusas. La formación continua es fundamental.

Por otra parte, te encuentras con gente que con lo que cuenta, justifica totalmente la existencia de los críticos anteriores, pues con una formación a priori completa relata extrañas circunstancias por las que obtuvieron esos títulos: favores personales, trampas en los exámenes, trabajos en los que ni se participó pero en los que consiguió que le pusieran el nombre... Y mil historias más. Cada uno es el amo de sus silencios... y el esclavo de sus palabras

Sí pasas años formándote para después no aplicar nada, el problema es inmenso. Años de estudios para después terminar haciendo lo de "toda la vida", que es lo que seguramente hicieron contigo. ¿Quién no se ha encontrado con esto? La poca profesionalidad del análisis superficial, de no pensar en causas, en problemas y en soluciones fundamentadas. Probablemente se estudió para nada. Bueno, sí; para algo sí que se estudió: para aprobar. ¿Algún Psicólogo experto en Educación que me pueda justificar que se castigue a niños de tres años en el pasillo de un Colegio? ¿O algún Licenciado en Ciencias del Deporte o Maestro de Educación Física que justifique el trabajo analítico en gradas en niños de 8 años que se apuntaron a baloncesto? No lo acabo de ver claro.

Actualmente hay un debate muy interesante en el mundo del fútbol y puede que tenga relación con esto. Zinedine Zidane, probablemente uno de los mejores futbolistas que he visto, ejemplo de inteligencia motriz, de coordinación suprema, resulta que no tiene la titulación necesaria para entrenar en España. Y quien lo denuncia sufre las críticas por parte de un sector importante de la sociedad. De verdad que no doy crédito. Quizás estaríamos encantados de que un gran paciente, alguien que superó una enfermedad pero que NO es médico, nos tratara cuando enfermáramos.

Así que, enlanzado el tema de la titulitis y de los requisitos de titulación, el mayor problema que veo es el siguiente: la instituciones generan la titulitis. El negocio económico es inmenso. Las facilidades que dan algunos centros para adquirir ciertas titulaciones es enorme. Las federaciones deportivas deben espabilar: no todo el que paga debe aprobar. Si hacemos eso, las mismas personas que no estaban ni formadas, ni tituladas, ahora seguirán no estando formadas, aunque sí tituladas. ¿No es un sinsentido? ¿Cuándo empezó a e

star mal visto tener un título? ¿Cuándo empezó a estar mal visto estar formado? ¿Por qué hay tanta gente con miedo? ¿Quizás porque teman que les cierren el chiringuito?

La regulación de las Asociaciones y Clubes Deportivos, así como de Federaciones deportivas, está al caer. Hay muchas quejas, sí... Las leyes tienen que ser flexibles y recoger las especiales características que tiene el deporte de base. Pero esto tenía que llegar tarde o temprano, porque la regla general es que casi todo da igual. Y a mí realmente me da igual quién entrene a los futbolistas profesionales... pero no a niños y niñas de incluso 3 años. Porque parece que hasta está mal visto interesarse por el curriculum de la persona que se encargará de ellos. Y hasta aquí podíamos llegar.




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