domingo, 3 de agosto de 2014

Técnica individual, competición y colaboración

Parece ser que una de las capacidades que van a comenzarse a medir en todas las escuelas es la resolución colaborativa de problemas (collaborative problem solving). Muchos expertos del mundo educativo coinciden en que será la clave de este siglo, junto con el uso de las tecnologías de la información y la comunicación. Por lo que parece, las próximas pruebas de diagnóstico o de nivel para los alumnos de los centros de educación primaria y secundaria intentarán medir, precisamente, dichas capacidades de cara a un futuro nuevo informe PISA. En Andalucía tenemos incluso la suerte de contar con una Agencia Andaluza de Evaluación Educativa, cuyos expertos, en las pruebas de Diagnóstico de cuarto de Primaria de hace un par de años, pidieron dividir un hexágono en 6 partes iguales. Hasta aquí bien, claro... pero es que la figura que le facilitaron a los niños era un octógono...

Cuando se lleva a cabo una actividad colaborativa, una de las mayores dificultades la podemos encontrar en la valoración individual de la colaboración, es decir, evaluar de qué manera ha contribuido cada miembro del grupo a la resolución del problema. No tengo ni la más remota idea de cómo lo van a plantear en la mencionada agencia andaluza, pero no dudo de que a los del octógono se les ocurrirá algo para solucionar una cuestión tan compleja. Como digo, no me parece nada fácil (y esta última oración ya no es ironía).

Hasta ahora todo lo mencionado parece que no tiene mucho que ver con el baloncesto, así, a priori. Es más, los súperentrenadores suelen decir que todo lo que hacen, lo hacen compitiendo. Así, según ellos, los jugadores se acostumbran a competir. La lógica es aplastante. Lo que pasa es que yo de estas lógicas desconfío un poco...

También es cierto que se puede competir en ver quién colabora mejor, es decir, dos equipos diferentes tienen que solucionar un problema. El que lo solucione antes, gana. Bueno, esto sería la opción de aquél al que le vale cualquier cosa. Para ser fiel al post anterior, yo diría "el que lo solucione mejor, gana"... O directamente "gana la solución más creativa". Y así puede haber muchas más opciones. 

No obstante, voy a centrar el tema en la técnica individual porque, aunque suene en principio un sinsentido, quizás esté más a favor de la colaboración sin la competición. Me explico a continuación.

Siempre le he prestado muchísima atención a dejar claros los objetivos del ejercicio a los jugadores y después ser coherente con el mismo. Son cosas que habría que planificar muy bien antes del entrenamiento: nuestra actuación, tanto verbal como no-verbal. Así, si lo que estoy trabajando es la mecánica de tiro, trato por todos los medios de no mirar, si quiera, al aro. Sencillamente, si lo hago el jugador puede pensar: "Sí, me dice que lo importante es el gesto de la muñeca, pero al final lo que le importa es que la meta". Y quizás tenga razón en una fase posterior, pero si estoy entrenando mecánica de tiro será porque en esa fase de su aprendizaje me da absolutamente igual que el balón entre o no. Y esto lo tiene que escuchar de mi boca y también verlo en mi conducta. 

La mayoría de las veces que se establece una competición en baloncesto, se hace a meter canastas. Por ello, si queremos pulir algún gesto técnico, la competición probablemente no nos va ayudar... pues es normal que en varias fases del aprendizaje los porcentajes de éxito se reduzcan cuando se empieza a utilizar un gesto nuevo (sobre todo si se corrige uno anterior). Y ningún jugador que está compitiendo por meter más canastas va a estar motivado en utilizar algo que le reduce (en ese momento concreto) sus porcentajes. En el ejemplo anterior, la competición llevaría al jugador a focalizar su atención en meter la canasta y no en el gesto de la muñeca, que podría ser un posible objetivo de nuestro ejercicio. En este caso, la competición enseñaría a competir, pero no ayudaría al gesto técnico.

De la misma manera, si desarrollo un ejercicio de pases y mi objetivo es trabajar un determinado tipo de pase... entonces mi competición será ver quién realiza mayor número de esos pases, o cuáles son "más correctos", o ver qué grupo realiza más pases en menor tiempo, o más pases diferentes... o cualquier cosa que se me pueda ocurrir. Ahora bien, establecer un ejercicio de pases y competir por ver quién mete más canastas puede ser incoherente, es decir, el jugador puede pensar que para qué narices sirve entonces hacer los pases bien... Incluso si un determinado número de pases es el requisito para poder meter canasta y ganar, el jugador podría seguir teniendo claro que los pases "hay que hacerlos", pero lo importante es meterla... lo cual puede llevar a hacer los pases de cualquier manera, o bien simplemente a no darle la importancia que, en principio, nosotros habíamos pretendido darles (y que les quitamos al introducir una competición donde lo que puntúa son únicamente las canastas)... Y ojo: que quizás sea así mejor (según lo que entendamos por "mejor", claro), pero yo apostaría por establecer objetivos principales y secundarios, y los primeros tienen que estar completamente claros. 

Para terminar relacionando cooperación y técnica individual, resaltaría aquí un estilo evaluativo que nos podría ayudar en este caso. Se trataría de lo que se ha venido llamando en el mundo anglosajón 'peer assessment' o 'evaluación entre iguales'. Siguiendo con el ejemplo de los pases, imaginemos que en algún momento de una sesión formamos tríos (grupos de tres, por si nos lee alguien de la agencia de evaluación...) que tiene que efectuar un determinado tipo de pase. Cada jugador dispondría de una hoja de evaluación, la cual sería rellenada por otro de sus compañeros. Es decir, habrá dos compañeros ejecutando y el tercero será un evaluador (después, obviamente, cambiarán los roles). Esta hoja de evaluación tendría una  relación de oraciones, muy sencillas y objetivas, sobre las variables a observar al respecto de ese tipo de pase. Por ejemplo: "El balón llega al lugar donde lo pide el receptor", o centrándonos más en lo corporal, "Realiza un golpe de muñeca final".

Estas oraciones las valoraríamos con una lista de control: el jugador marcaría si su compañero lo realiza o no (la lista dispondría de las opciones SÍ o NO), o existe la posibilidad también de hacerlo un poco más complicado y poner tres casillas: NUNCA, A VECES, SIEMPRE, o utilizar una escala tipo LIKERT donde se valore de 1 a 5 la frecuencia, en la que 1 sería NUNCA y 5 sería SIEMPRE. Sobre esto hay tantas posibilidades como nos imaginemos.

En baloncesto creo que estamos muy poco acostumbrados a ver a los jugadores con un papel en la pista. Sin embargo, utilizar este tipo de recursos les llama mucho la atención y recordarán estas sesiones durante años. Debemos tener en cuenta que los beneficios de esta evaluación son enormes tanto en los jugadores evaluados, como en los propios evaluadores, pues están leyendo y fijándose en oraciones diana, es decir, en aquellos aspectos concretos que ellos también deben mejorar y que muchas veces, oralmente, no somos capaces de verbalizar tan claramente. 

En definitiva, la competición es fundamental, pero en ocasiones es mucho mejor prescindir de ella apostando, o bien por un aprendizaje individual, o bien fomentando el aprendizaje colaborativo.


22 comentarios:

  1. Interesante post. No obstante, cada vez estoy mas convencido de la necesidad de plantear ejercicios en los que las jugadoras compitan pues prestan una mayor atención y su nivel de autoexigencia es mayor. No cabe duda de que ello exige al formador un mayor esfuerzo para corregir a las jugadoras que intentan conseguir el resultado aún a costa de cometer errores en su ejecución técnica. Totalmente de acuerdo en la necesidad de explicar a las jugadoras los objetivos que se pretenden cumplir con cada ejercicio que se plantea pero con la suficiente agilidad que permita no interrumpir mucho la dinámica de los ejercicios (de ahí la importancia de planificar muy bien la sesión) ya que debemos tener en cuenta que disponemos de poco tiempo para entrenar.
    En mi particular opinión el gran problema no resuelto al entrenar a un grupo de jugadoras en etapas de formación es que difícilmente el entrenador se encontrará con un grupo homogéneo que presente un similar nivel técnico. Este problema que es trasladable a la enseñanza de cualquier materia tiene una difícil solución. Veamos:
    1) Podemos decidir bajar el nivel hasta lo que podríamos llamar "denominador común" pero estaríamos sacrificando a las que presentan un mayor nivel que terminarían por aburrirse al realizar ejercicios que tienen perfectamente dominados.
    2) Podemos decidir poner un nivel alto de exigencia y terminar prestando atención solo a las que presentan un mayor nivel de capacitación. Esta solución (que aplican algunos sin el menor remordimiento) termina por expulsar del baloncesto a las jugadoras que presentan un menor nivel.
    3) Finamente podríamos optar por una solución mixta, creando dentro de un mismo entreno grupos homogéneos con distintos niveles de exigencia. También entiendo que esta solución plantea dificultades: la primera de falta de medios humanos (requiere la presencia de varios entrenadores dentro de un mismo grupo lo cual actualmente es difícil de conseguir) y la segunda y aún mas importante es que podemos romper la cohesión del grupo (si es que existe). Las niñas no son tontas y pronto identifican el grupo en el que se encuentran incluidas como "el de las buenas" o "el de las malas" (y todo esto sin habla de los padres).
    En fin, perdona que haya aprovechado el comentario a tu post para plantear un tema al que de verdad no encuentro una solución que no perjudique a alguien. Un saludo.

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  2. ¿Perdón? Al contrario, agradezco mucho que plantees el tema aquí.
    Sobre la necesidad de competición, casi completamente de acuerdo. Competir la mayoría del tiempo, pero siempre que la competición no dificulte la consecución de nuestro objetivo principal. Una posibilidad (hay muchas otras) es la que expongo en el post sobre la evaluación entre iguales. Hay ciertos trabajos que no tienen por qué ser intensos. Ten en cuenta que la competición puede hacer que presten más atención... pero quizás no en aquellos aspectos donde precisamente queremos que la presten.
    Sobre la individualización del trabajo es algo de lo que hablé aquí en este blog hace más o menos uno año. Si pinchas en la barra lateral del blog, en "archivos", podrás encontrar un documento que se llama "culminaciones". Esos ejercicios los llevaba a cabo a modo de calentamiento específico, tras el calentamiento general. Cada jugadora llevaba su programa (pueden llevar el mismo o diferentes) y tenían que practicar el ejercicio que prefirieran. Tenían 15 minutos para llevarlo a cabo. Si alguna estaba lista, me pedía que la viera realizarlo. Si superaba "la prueba" yo le firmaba en la casilla correspondiente y podía pasar a otro ejercicio... Así hasta que completaran el programa. Técnica individual pura y dura, a modo de calentamiento, para lograr desarrollar automatismos motores que después trabajaríamos con oposición. En un nivel posterior, los ejercicios incluso se pueden hacer con defensa semiactiva e ir subiendo el nivel de ésta (el programa individual puede terminar siendo ejercicios de 1x1 dirigidos donde las jugadoras tenga solamente 3 opciones, por ejemplo).
    En este caso en concreto, se trata de un programa de culminaciones, pero bien pudiera ser de cualquier otro aspecto. Como digo, es una posible solución, aunque ni mucho menos la única. Eso sí, como individualización de la enseñanza es bastante completa, no solamente porque cada una sigue su ritmo de aprendizaje, sino porque se puede adaptar el programa a las necesidades individuales, con la posibilidad de compensar déficits no adquiridos en fases anteriores.
    Un abrazo y muchas gracias por comentar.

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  3. Yo soy padre de exjugador y por la mala experiencia que sufrió mi hijo, creo que separar debería ser lo último, un equipo tiene que trabajar unido porque cuando van al partido juegan juntos y tiene que haber complicidad entre los jugadores ¿por qué no añadirle dificultades a los más habilidosos dentro del mismo ejercicio? Por otra parte, cuidado con plantear siempre competiciones en los ejercicios porque habrá chicos que por mucho que se esfuercen no ganen nunca a los más habilidosos y se pueda crear las temidas diferenciaciones entre las buenos y las malos, que es lo que sufrió mi hijo.

    Pero lo que he expuesto anteriormente, es hablar por hablar, porque aquí y en la mayoría de los deportes de equipo, el gran problema es que todo el mundo habla mucho de la formación antes que los resultados, pero después ninguno quiere perder, se busca que los niños sean más competitivos, si se tienen un par de niños buenos se centran más en ellos para ganar, en el caso del equipo de mi hijo, había 3 buenos, varios normalitos y otros más flojitos entre los que estaba mi hijo.

    El problema empieza por los padres de los estrellitas, que se dedican a menospreciar y a criticar a los hijos de los demás, que si tal esta empanado o cual no vale ni para atarle los cordones a mi hijo. Padres y madres que no tienen pudor en decir delante del entrenador y los niños que su hijo hay que tratarlo de forma especial porque es superior al resto, que el resto lo retrasan porque no son capaces de seguir su ritmo.

    El problema sigue por el entrenador que no se si por miedo a que se le vayan los buenos o porque simplemente busca ganar, hace piña con los papás de los estrellitas y les da ese trato especial que estos le solicitan, ninguneando al resto.

    A nosotros cuando apuntamos al niño a baloncesto, nos dijeron que primaba la formación sobre los resultados, que todo el mundo jugaba,..., todo eso con lo que se llena la boca la mayoría de los entrenadores y que después ninguno cumple. Que daba lástima ver los partidos de liga con un montón de niños en el banquillo y que jugaran solo 9 (el mínimo en alevín) de los cuales la pelota la tocaban 3 o 4, pero no solo en el equipo de mi hijo, los rivales también.

    Pero creo que el gran problema esta en los que mandan en los clubes, que no quieren formadores, quieren ganadores, si no ganas no te dan equipos y si ganas te dan a elegir el que quieras. Miras las webs de los equipos y si ganan tienen una supercrónica de alabanzas, si pierden es difícil hasta enterarte del resultado.

    Yo creía en el mito de los entrenadores formadores, pero me ayudaron a dejar de creer, mi hijo ya no está en ningún club, su poco nivel con 11 años no le dio derecho a que le enseñaran, ahora solo juega al baloncesto para echar el rato cuando queda con sus amigos.

    Por todo esto creo, que por muchas discusiones que haya sobre lo mejor para la formación de los niños, al final siempre acabará pasando lo mismo, el entrenador buscará ganar para complacer a los papás de los buenos y a los que mandan y lo del entrenador formador quedará en una intención que se llevará el viento con los primeros partidos. Mi hijo dejó el club en el que estaba hace 2 años pero como nos gusta el baloncesto, vamos a ver partidos los fines de semana, pero en todos es más de lo mismo, nadie juega con los 12 jugadores y todos tiene los artistas que soban y soban la pelota mientras los demás miran.

    ¿Alguno conoce a algún entrenador que lleve el ideal de formar antes que ganar hasta el final? Yo no y creo que no lo veré nunca.

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    1. David, lamento mucho la experiencia sufrida por usted y su hijo y que no les hayan dejado disfrutar de este precioso deporte, pero yo le puedo asegurar que si hay entrenadores que apuestan por la formación y que acertada o equivocadamente, siempre buscan lo mejor para todos sus jugadores.

      El que el entrenador de tu hijo cambiara su supuesta filosofía en función de lo que le dijeran ciertos padres, deja muy en evidencia al entrenador y al club, ya que demuestran ir a la deriva y lo que es peor dejan el destino del club en manos de los caprichos de ciertos padres y madres, ya que se les está dando el poder de decidir por el simple hecho de que sus hijos juegan mejor.

      Por otra parte, habrá que preguntarle a esos padres cuyos hijos son tan buenos, que como jugarían sus hijos por muy buenos que sean, si no tuvieran esos compañeros que según ellos son tan malos porque que yo sepa el baloncesto es un deporte de equipo y no se puede jugar solo. Yo siempre lo primero que le digo a padres y jugadoras es que las mejores jugadoras son aquellas que hacen mejores a las que tienen alrededor, que la única manera de hacer que las que están más verdes mejoren es haciéndolas jugar y pasándoles el balón (ojo que esto también hace mejorar a las que se presuponen mejores), es más fácil que te coja el pase una niña que ha recibido 100 pases que una que no ha recibido ninguno. Quizás a corto plazo es más fácil que entre "las buenas" metan 60 puntos y te ganen los partidos mientras las otras miran lo bien que lo hacen sus compañeras, pero a medio y largo plazo, conseguir que todas se pasen el balón, independientemente de que sean mejores o peores, hará de todas mejores jugadoras, aunque en los comienzos los resultados no sean los que todo el mundo desea. Lo dicho, lamento que a su hijo y a usted no les hayan permitido disfrutar del baloncesto.

      En cuanto al tema de dividir un equipo en un entrenamiento por niveles, pues es un tema complicado, pero creo que para algunos aspectos esta bien y en muchos casos las chicas agradecen que alguien se ponga aparte con ellas para mejorar algo que no dominan al nivel del resto, primero, porque eso les va a ayudar a mejorar su nivel y acercarse al de las demás, que es lo que todas quieren, y segundo, porque es una manera de demostrarles a todas las niñas que para los entrenadores todas son importantes. También se puede dar el caso contrario de que una chica domine algún antes que el resto y se le de el premio de enseñarle algo nuevo, lo que además de motivar a la chica que ve premiado su trabajo, puede motivar al resto de compañeras. En definitiva, ya sea trabajando por grupos o todas juntas, hay que intentar conseguir que todas, independientemente de su nivel, sientan que todas son importantes para el equipo y a su vez.

      Por último, el tema de las competiciones en los entrenamientos es algo que a las chicas les mola bastante, sobretodo cuando se enfrentan por equipos, solamente hay que intentar que los equipos estén nivelados para que no siempre ganen las mismas.

      Esta es solo mi opinión personal, que haber habrá opiniones de muchos tipos, saludos.

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  4. Estimado David:

    Leo tus palabras y me sobreviene una sensación de pesadumbre grandísima. Siento enormemente que hayas tenido esa experiencia como padre de jugador. Muchas gracias por compartirla en este blog.

    Por desgracia, tu testimonio no es un caso aislado. Ese guión lo he visto repetido muchísimas veces, durante muchos, muchos años.

    No hay una única causa para todo lo que dices... y por tanto, la solución también es compleja. Pero sobre todo, siento tu última oración... y te tengo que responder que sí, que yo sí que conozco entrenadores que llevan el ideal de la formación hasta el final, aunque sean los menos. Ahora bien, los entrenadores también tienen derecho a equivocarse, como todas las personas.

    En tu caso particular, fíjate qué complejo se lo pones al entrenador: no puede hacer grupos diferenciados, porque entonces no se hace "equipo"; tampoco puede haber demasiadas competiciones porque se diferencian "buenos-malos"...y por otra parte, hacérselo más complejo a los "buenos" en el resto de ejercicios también podría generar diferencias. Ni los niños, ni los padres, dejarían de darse cuenta de ello. Todo es compatible si se hace bien, ahora: hay que estar formado metodológicamente para ello. Los grupos diferenciados, el trabajo por grupos de nivel, etc., no tienen por qué generar absolutamente ninguna diferencia.

    Así que las soluciones son complicadas, sobre todo a nivel de clubes humildes, que son la mayoría... Porque si un niño tiene menos nivel que los demás, irremediablemente tendrá que echar horas de trabajo individual, quizás muchas durante mucho tiempo, si es que quiere ponerse al nivel del resto. Y ni aún así eso le garantiza llegar a ser de los mejores, porque hay más variables. Y claro, esto son horas que muchas veces ni el niño, ni el club, ni los padres quieren o pueden asumir. ¿A cuántos niños conoces, por ejemplo, cuyos padres le hayan contratado un entrenador personal para trabajar técnica individual con él en verano? Es simplemente un ejemplo.

    Hay una cosa evidente en tu experiencia: parece que absolutamente nadie remaba en la misma dirección en el Club en el que estaba tu hijo, así que normal tu desánimo.

    De nuevo, muchas gracias por compartir tu experiencia en el blog.

    Un abrazo.


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  5. Pues yo creo que si un equipo es bueno ¿por qué sacrificar el resultado para que jueguen los menos buenos? Queda muy bonito eso de formación por delante del resultado pero la única verdad es que en la mayoría de los clubes si no ganas, no vales y los pocos clubes que apuestan por que todo el mundo juegue acaban perdiendo a sus mejores jugadores porque estos se van a los equipos que ganan. En definitiva, si estás en el mundo de la competición, hay que ser competitivo e ir siempre a ganar.

    No nos engañemos, todo el mundo busca ganar, los niños quieren ganar, los papás quieren que sus hijos ganen, los entrenadores necesitan que sus equipos ganen para que se les tenga en valor y los clubes necesitan que sus equipos ganen para que se les conozca más ¿a quién ficharía un club a un entrenador que pierde o a uno que gana? ¿que club encuentra antes patrocinadores el que gana o el que pierde?

    Por otra parte, a los niños hay que prepararles para la vida y en la vida, si no vales para algo, te dan la patada en el culo, es duro decirlo, pero es así. Hay niños que por mucho que entrenan y se esfuerzan no sirven para el deporte ¿que hay de malo en hacérselo saber para evitar así que se haga falsas ilusiones?

    Yo entreno en fútbol pero me gusta mucho el baloncesto, pero os pongo un ejemplo futbolero, si tienes un portero muy malo que cada vez que le tiran a puerta es gol ¿que haces? ¿lo metes a jugar teniendo otro mejor en el equipo o lo dejas en el banquillo? La respuesta esta clara, en todos los clubes que he estado juegan los mejores y los niños más flojitos o se conforman con jugar cuando está todo hecho o tienen que buscarse otro club más flojo donde si puedan jugar.

    Es injusto que todo un equipo pierda un partido que pueda ganar, simplemente porque hay que tener contento a los niños y al padre de los niños que no saben jugar.

    Esta es mi opinión y pido perdón si a alguien le molesta.

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  6. Tu opinión está totalmente clara y te doy las gracias por expresarla de tal modo. Ahora bien, voy a hacer un poco de abogado del diablo...

    Irremediablemente tengo que hablar del Club en primer lugar. Quizás si tú fueras el representante del Club, a un padre que llega nuevo al mismo le podrías explicar cuál es la filosofía subyacente. Si la acepta bien y si no, pues nada. Pero lo que estaría feo es vender una cosa y después hacer otra

    Por otra parte, si el niño finalmente entra y no aprende tanto como otros (o tiene mucho menos nivel) podríamos pensar que el entrenador, o el Club, tiene mucha culpa en ello... ¿o no?

    Ya que me pones el ejemplo del portero, te voy a poner yo otro de baloncesto. Pau Gasol, siendo infantil y con casi dos metros, aún siendo el más grande de su liga, le obligaban a jugar de base... A buen seguro que hubiera sacado mayor rendimiento dentro de la zona... y a buen seguro también que no tendría las habilidades que tiene hoy en día. A veces hay que fijarse en el potencial, incluso desde la perspectiva del rendimiento.

    Te voy a dar completamente la razón en una cosa: si entras en el mundo competitivo, vas a competir. Para mí no tiene tampoco demasiado sentido que un padre busque que su hijo compita (de forma federada, por ejemplo), pero después no juegue y se queje (la primera competición es ganarse el puesto en el entrenamiento). Ahora bien, ¿de qué edades estamos hablando? El mundo deportivo tiene que evolucionar... si no, podríamos justificar como preparación para la vida realizar exámenes, exclusivamente, a niños de 6 años para calificarlos. Una locura.

    Mira, Beirán, que hoy cumple 30 años desde que ganó la medalla de plata en Los Ángeles'84, trabaja como Psicólogo Deportivo en el Real Madrid. Años atrás, en las bases, incluso los niños de "menos nivel", al final de temporada, habían jugado los mismos minutos. No los mismos partidos, pero sí los mismos minutos. Quizás sea responsabilidad del Club buscar partidos para que esos chicos que no pueden jugar en partidos más competidos, sí que puedan hacerlo en otros.

    Como te digo, es complicado. Yo, como entrenador, antes de entrar en un Club siempre pregunto lo mismo: por la filosofía. Y hago muuuuuuuuuchas preguntas al respecto. Por desgracia, en otras muchas ocasiones, la filosofía no existe. Tal y como lo veo yo, que es un punto de vista totalmente particular, se compite para ganar, sí... pero no de cualquier manera. Los equipos que deben ganar son los senior. Son esos los que atraen más patrocinadores. Y cuando un chaval de la cantera llega al primer equipo es el no va más. Y a veces, para que el chaval llegue, hay que sacrificar cosas... incluso victorias en niños de 10 años.

    Pero como te digo, opiniones hay para todos los gustos. Ahora bien, que un Club sea claro con su filosofía exige primero una cosa evidente: TENERLA. Así es todo más fácil... tener un filosofía y actuar en consonancia con ella.

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    1. Señor Canovas, está claro que la filosofía de mi club es que jueguen los mejores, es más, a partir de alevines, para entrar hay que pasar una prueba de nivel, pero aún así, es imposible que todos los niños sean buenos, por lo que se coge chicos para completar que aunque la mayoría de las veces no dan el nivel, siempre puede haber el caso de que alguno con mucho evolucione y se ponga al nivel de los mejores.

      Nuestro objetivo es sacar los mejores jugadores para el senior y eso implica cuidar muy mucho a los chicos con más proyección. Otra cuestión es que cuanto mejores son nuestros resultados, más chicos vienen a probar, lo que nos ayuda mucho a seguir creciendo.

      Engañar no engañamos a nadie, a todos les decimos que entrenar entrenan todos pero que jugar juegan los que más se lo merezcan y los que piense el entrenador que son los más adecuados para conseguir los objetivos.

      Es decir, que filosofía tenemos, otra cosa es que guste a todo el mundo.

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    2. ¿Entonces se "vende" a niños y padres los resultados para que vengan a probar a su club?

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    3. Señor Carlos Alberto: lea su propia expresión "coger chicos para completar". Debe darse cuenta de que no se trata de preparar un pastel. Estamos hablando de niñ@s con sentimientos. Para usted el fin justifica los medios y ese es el problema.

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    4. Por cierto creo que la expresión "senior" es más propia del baloncesto que del fútbol. Curioso lo de su club de fútbol senior.

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    5. Efectivamente, Carlos Alberto, te vuelvo a dar la razón: no engañáis a nadie y vuestra filosofía está muy clara (por lo menos a mí me lo parece). En ningún momento la he puesto en duda. Ahora bien, si me pides opinión sobre ella, realmente no la comparto en un gran porcentaje.

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    6. Señor Carlos Alberto, ¿en serio le parece correcto utilizar a los niños para un propio fin o el de su club? porque eso es lo que hacéis, lo utilizáis a vuestra conveniencia y después cuando ya no os interesan los dejáis tirados.

      Lo flipante es que algún padre, conociendo vuestros métodos, sea capaz de llevaros a su hijo para jugar con vosotros, porque clubes de fútbol me da que hay muchos más que de basket y no creo que todos tengan una filosofía como la vuestra.

      En fin, pobrecitos los chicos de vuestro club...

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  7. Hola nuevamente. Te comprendo perfectamente David. Yo sufrí una experiencia similar cuando mi hijo tenía 8 AÑOS. Yo siempre me suelo quedar a ver los entrenos y todo iba bien con el entrenador que teníamos hasta que llegó un entrenador de los llamados “competitivos”. Observé cómo este entrenador realizaba ejercicios en grupos y siempre prestaba atención y corregía a los jugadores de los grupos con mayores habilidad motrices no efectuando ninguna corrección al resto que además solían ser los últimos en realizar los ejercicios. También empecé a escuchar comentarios sobre la utilización de expresiones como “estás empanao”, etc.(todo esto a grito pelado). Mi hijo no era ni de los más habilidosos ni de los menos habilidosos de aquel equipo pero esa forma de actuar ya no iba conmigo. La gota que colmó el vaso fue el día en que estando mi hijo convocado para un partido de una liga municipal se quedó vestido y sin jugar. El fenómeno de entrenador había decidido que para aquel partido no iba a contar con mi hijo de 8 AÑOS y lo había decidido momentos antes del partido (lo mismo pensó que estaba jugando la Final Four). No le tiré la ropa del equipo en aquel momento por no poner en una situación difícil a mi hijo. Mi gran pena es que esta temporada pasada he vuelto a ver a ese individuo de entrenador de un equipo de niñas pequeñas por lo que ese club sigue apostando por ese tipo de entrenadores (que con su pan se lo coman).
    Lo que no logro entender es como hay padres que consienten ese tipo de actitudes en un formador de sus hijos o hijas, lo que no logro entender es como hay padres que consienten que sus hij@s pierdan días de colegio o instituto para hacer de relleno (“palmer@s” de sus compañer@s l@s llamo yo) en una competición autonómica.
    Afortunadamente mi hijo lleva ya cuatro temporadas en un club de una localidad cercana. Supone un sacrificio de tiempo y dinero pero encantado de que mi hijo siga disfrutando de este bonito deporte. Cuantos niñ@s no habrán tenido esa suerte y habrán salido hastiados del baloncesto (puede que algunos de los clubes que mas competiciones ganan también se llevarían la medalla en número de niñ@s expulsados de este deporte pero esa medalla ya no daría tanto placer recogerla).
    Ahora bien, no nos podemos engañar pues a todo el mundo le gusta ganar. Es absurdo competir para perder. Créeme que es muy difícil mantener un equipo que está formándose y que pierde durante toda la temporada porque las jugadoras se desaniman, además la mayoría de entrenadores adversarios van a cerrarte el acta como si conseguirlo equivaliese a ser considerado un buen entrenador (nada más lejos de la realidad). 1/2

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  8. Lo que nos diferencia es que para algunos de nosotros el fin no justifica los medios y menos cuando los jugador@s son niñ@s. No hace mucho leí en las redes un artículo de un gran entrenador que decía que a él el scouting en etapas de formación le sirvió para poner a sus peores jugadores a defender a los mejores jugadores del equipo adversario para de esta forma mejorar la capacidad de sus jugadores. Decía también que esa regla solo se la saltaba cuando llegaba a las finales de la competición. Enseguida saltaron un montón de adeptos en las redes sociales pero no creo que ninguno ponga en práctica lo expresado (de todas formas habría que saber el nivel que tenían los peores defensores de ese equipo que seguramente sería alto pues de lo contrario no creo que hubiese llegado a ninguna final).
    Después de todo lo expresado comprenderás que cuando yo hablo de poner ejercicios competitivos en ningún caso pretendo que siempre ganen los ejercicios las mismas jugadoras, simplemente expreso que cuando se compite las jugadoras prestan una mayor atención. Y por supuesto hay que prestar atención a todas las jugadoras que muestran interés en mejorar con independencia de sus cualidades.
    Hice alusión al tema de la diversidad en la enseñanza por la dificultad que plantea dado la escasez de medios humanos con el que cuentan los equipos. Hay que lograr que TODAS las jugadoras avancen (cada una dentro de sus capacidades) y que se logre formar un verdadero equipo y no un grupo en el que juegan tres y las demás se dedican a hacer la función de poste repetidor o de palmera (muy común en categorías de formación). Mi gran inquietud es como conseguirlo.
    Finalmente el entrenador también debe ser un educador y esto último se olvida con facilidad o no se le presta la atención que requiere. Hay jugador@s que tienen grandes cualidades físicas pero que de educación andan muy cortitos y pueden llegar a realizar gestos o comentarios despectivos de sus compañer@s. Se creen muy buenos y buenos solo son los jugadores que logran que sus compañeros mejoren. Eso hay que cortarlo de raíz y si es necesario el jugador no juega el partido aunque eso suponga que pierdas el partido (¿están muchos entrenador@s dispuestos a ello o prefieren hacer oídos sordos al comentario?).
    A día de hoy no conozco ningún entrenad@r que tenga una varita mágica con la que formar grandes equipos. Aquel que suele ganar es porque tiene detrás una extensa red de contactos con el que conseguir muchos jugador@s con buenas habilidades motrices (no se jugar a las cartas pero creo que a eso le llaman jugar con ventaja). Fuera de eso a los demás solo nos queda formarnos y trabajar, trabajar y trabajar para conseguir mejorar nuestro equipo.
    Un saludo y a seguir disfrutando del baloncesto. 2/2

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  9. Voy a participar en este debate. Con respecto a lo marcado por Carlos Alberto:

    "No nos engañemos, todo el mundo busca ganar, los niños quieren ganar, los papás quieren que sus hijos ganen, los entrenadores necesitan que sus equipos ganen para que se les tenga en valor y los clubes necesitan que sus equipos ganen para que se les conozca más ¿a quién ficharía un club a un entrenador que pierde o a uno que gana? ¿que club encuentra antes patrocinadores el que gana o el que pierde?"

    - "Los niños quieren ganar", está claro, pero no lo es todo. Es el valor que se le de a la victoria.
    - "Los papás quieren ganar". Si eso es lo que buscan los padres en el deporte, mal vamos, porque creo que hay otros muchos aspectos más importantes que nos da el deporte antes que el simple resultado.
    - "Los entrenadores necesitan que sus equipos ganen para que se les tenga en valor y los clubes necesitan que sus equipos ganen para que se les conozca más ¿a quién ficharía un club a un entrenador que pierde o a uno que gana?".

    No estoy de acuerdo. También depende de quién sea el que toma las decisiciones y te pongo un ejemplo: yo este año he quedado penúltimo de la liga con mis mini fem y en federación consideraron que yo estaba capacitado para estar con la selección sevillana. Creo que eso es un reconocimiento para mí y para nuestro club. Y siguiendo con el ejemplo, yo soy el coordinador de mi club y cuando voy a traer entrenadores para mi club, el palmarés no es lo primero que miro, desde luego.

    - ¿que club encuentra antes patrocinadores el que gana o el que pierde? Por suerte, los patrocinadores también ya se van fijando en otros muchos más aspectos que el ganar y ganar. La BUENA IMAGEN y el asociarse a una BUENA IMAGEN DE CLUB es más importante que cualquier equipo ganador.

    Un saludo
    Antonio Acuña Rodríguez.

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    1. Completamente de acuerdo Antonio. Gracias por pasarte por aquí.

      Un abrazo.

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    2. Punto por punto, estoy de acuerdo con lo que expones Antonio Acuña.

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  10. Gracias a todos por darme esperanzas sobre este tema, lastima que mi hijo no va a poder disfrutar de ningún formador de los que decís, ya que en Cádiz solo hay dos clubes y por desgracia el otro, intente ver si podía entrar mi hijo y resultó ser de niñas solo.

    Por cierto, no se que le pasa a la página que llevo desde esta mañana intentando dejar el comentario y cuando le doy a publicar se queda todo en blanco y no reacciona.

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    1. Por cierto, hoy ojeando internet he encontrado un artículo que un ejemplo de engañar a la gente diciendo que se tiene una filosofía y luego tener otra radicalmente opuesta. El artículo es este: http://www.diariodecadiz.es/article/deportes/1832675/cadiz/cb/gades/si/es/algo/mas/club.html#opi

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    2. Bueno, el tiempo pone a cada uno en su sitio. Lo que pasa es que siempre existirá la subjetividad de "por dónde cortar"... Es lo que hay. Nuestras experiencias al final son eso: nuestras experiencias. Y cuando las nuestras no son nada compatibles con las de las demás sobre el mismo suceso surgen este tipo de cosas.

      Analizando objetivamente el artículo, me parece estupendo. Ahora bien, estoy con algunos comentarios en el sentido de que no creo que Cádiz no sea capaz de albergar dos clubes, o tres, o cuatro... de baloncesto "en condiciones" si, como dicen, lo importante es que todos los niños jueguen. Crear un tejido deportivo como en Málaga... lo veo más que complicado. Mucho más. Málaga involucra una provincia prácticamente, más que una ciudad... y a base de dinero. Todos son Unicaja... y lo han logrado a base de buenas prácticas. En fin... los resultados están ahí, pero repito: no solamente resultados vende el artículo. Así que si es verdad que se descartan niños antes de cadetes y junior (que es lo que menciona el artículo), pues obviamente están mintiendo.

      Por otra parte, también te digo que es francamente difícil contar con un jugador o jugadora que tiene mucho menos nivel que el resto. Ya no es que sea negativo porque "no te ayuda a ganar", sino que puede ser negativo para el propio jugador o jugadora. Es un tema muy, muy complicado y hace falta dosis de profesionalismo por todos lados que, a día de hoy, verdaderamente no existe ni en Cádiz, ni seguramente en Andalucía... y hablo a nivel humano y material. Es muy complejo.

      En fin, lamento, la verdad, algunos comentarios de final del artículo insultado al Ciudad de Cádiz. Se ve que todo el mundo tiene datos o pruebas para acusar así, a la ligera. El poder al anonimato es lo que tiene.

      Un saludo.

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  11. Como ya he dicho en twitter y facebook es muy triste que algunos aprovechándose del anonimato hagan comentarios y acusaciones en una noticia que lo único que buscan es un enfrentamiento entre clubes, olvidando que el objetivo de ambos clubes debe ser el mismo: TRABAJAR POR LOS NIÑOS Y NIÑAS DE CÁDIZ.

    Por otra parte es lamentable que el Diario de Cádiz permita ese tipo de comentarios en la noticia de su página web, lo único que se consigue es generar mal rollo, mala imagen para el baloncesto de Cádiz y mal ejemplo para los críos. Nosotros ya hemos enviado un email a Diario de Cádiz expresándole nuestro mal estar y solicitando que borren los comentario, espero que los borren pronto, antes de que el tema vaya a más.

    Por cierto, debo ser la primera persona de la historia que se va de un club por dinero para cobrar menos de lo que cobraba antes.

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