viernes, 22 de marzo de 2013

Orgullo prudente

Orgullo
Siempre me han dicho que tengo una autoexigencia bastante alta. Puede que sea cierto. En más de una ocasión he pensado sobre lo difícil que me resulta sentirme verdaderamente feliz cuando me involucro en un proyecto. Sólo me veo cometer errores: de diseño, de planificación, de gestión, de ejecución... Quizá reflexione mucho más sobre los pequeños fracasos que sobre los éxitos... o simplemente sobre los pasos dados que suelen ser obligatorios para conseguir aquéllos. Sí, seguramente es cierto, pero es que siempre le he tenido cierto miedo a sentir orgullo sin merecérmelo...


A partir del sábado, la provincia de Cádiz se inundará de los mejores jugadores de baloncesto de 10 a 14 años, aproximadamente, de cada Comunidad Autónoma, Ceuta y Melilla. Sin duda una ocasión extraordinaria para niños y niñas, tan iguales y tan diferentes, de todos los puntos de España. Para algunos será un orgullo representar a su tierra. Para otros, será un orgullo ver que su Club está representado. Yo me alegro, básicamente, por la experiencia que vivirán todos esos jugadores.

martes, 19 de marzo de 2013

Aprender o rendir

Profesor dando clase a niños en un aula¿Acaso deberíamos tener que elegir? Resulta duro plantearse la obligatoriedad de elección entre "aprender" o "rendir", pero estaríamos muy alejados de la realidad si no lo hiciéramos porque en muchas ocasiones, por desgracia, es así. ¿Estamos los docentes realmente haciendo todo lo que podemos para que aprendan los alumnos? ¿Es nuestro sistema de evaluación el adecuado para que el alumnado comprenda el objetivo fundamental del sistema de enseñanza: que aprendan? Pero un momento: ¿Nuestro objetivo es que aprendan? ¿Sí? ¿En todos los casos? ¿No es que aprueben?

Si la respuesta a la última pregunta fuera afirmativa, es decir, si el objetivo de los docentes fuera que los alumnos aprobaran y ya está, habríamos conseguido algo muy importante: por primera vez desde hace décadas, la mayoría del profesorado estaría en total sintonía con la práctica totalidad del grupo de padres y, por consiguiente, probablemente también con sus correspondientes hijos e hijas, a menudo herederos de las creencias de sus progenitores, al menos durante sus primeros (¿10? ¿15?) años de vida...