lunes, 18 de febrero de 2013

Empatía

Empatía
La RAE define empatía como "la identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro". Y este "sencillo" término (sencillo de comprender, no de aplicar), la de problemas que podría solucionar si lo tuviéramos más presente en nuestra vida... 

En el ámbito del entrenador de baloncesto podría aburrir hablando de los diferentes "campos empáticos de actuación": directiva de tu propio club, directores técnicos, otros entrenadores, padres, los propios jugadores, etc...


No obstante, había pensando el post desde el punto de vista del estamento arbitral. No voy a descubrir nada si digo que en muchos casos, esta relación empática está bastante deteriorada. 

Todos habremos vivido, casi con total seguridad, el no llegar a un acuerdo por pensar de manera diferente o simplemente tener otros puntos de vista. O peor todavía, el hablar de lo mismo, con diferentes palabras, y sobreentender que se decían cosas distintas. A veces tenemos que escuchar y, sobre todo, escucharnos a nosotros mismos, es decir, nuestro propio mensaje. Si lo hiciéramos, quizá entenderíamos por qué hay ocasiones en las que no nos comprenden. No es tan difícil que no nos entiendan. No siempre elegimos las palabras correctas, ni nos ponemos en el lugar del otro para pensar cuáles son las más adecuadas para transmitirle lo que queremos transmitir, lo que sentimos acerca del asunto en cuestión teniendo en cuenta la situación y el estado general de la persona que queremos que reciba el mensaje. Es muy complicado.

Además, deberíamos plantearnos un objetivo cada vez que nos enfrentamos a una situación comunicativa. Y esto es lo más difícil... Se ve por ejemplo en las acciones que muchas veces comenzamos los entrenadores cuando protestamos o simplemente al indicar algo sobre una acción concreta del juego. ¿Cuál es el objetivo? ¿La protesta de la falta? ¿El llamar la atención del árbitro sobre una determinada conducta? ¿Condicionar su arbitraje? ¿Que rearbitre la jugada?

Desde el punto de vista del objetivo, la última opción deberíamos descartarla casi inmediatamente. El 99% de las veces esto no va a suceder. No se pitan faltas a posteriori... ni se "quitan". No es un gran objetivo el plantearnos esto.

Probablemente, en la mayoría de ocasiones sólo busquemos "justicia". Claro, justicia siempre desde nuestro punto de vista. Muchas veces el peso de la evidencia nos lleva a la "protesta"... Hay que tener mucho tacto para plantear esta cuestión. Al final, quizá todo se reduzca a "educación". Hay que ser educado pidiendo explicaciones y la misma educación se debería recibir a cambio. No obstante, hay que añadir la empatía. Educación y empatía, en definitiva.

Nuestra educada y empática petición de explicaciones puede ser respondida no proporcionalmente, es decir, puede existir una respuesta maleducada, seguramente por no ser empática. Cuando esto ocurre, quizá lo mejor sea abortar la acción comunicativa, sobre todo si se produce durante el partido. Quizás más adelante, cuando éste acabe, se pueda retomar tranquilamente la comunicación. Quizás no. Para que exista comunicación, emisor y receptor deben querer hablar. Si uno de los dos no quiere, el acto comunicativo se va a transformar en una discusión. Y normalmente acalorada.

Y llevar razón o no poco importa. Si los que llevan razón dominasen el mundo, a éste le iría mucho mejor. A todos, por consiguiente, nos iría mucho mejor. Por desgracia, saber comunicar las cosas, sean verdad o mentira, es hoy en día mucho más importante que lo que se dice. Triste realidad y triste futuro si no empezamos a cambiar la dinámica.

Por consiguiente, me gustaría terminar diciendo que hay que mostrar la misma educación y empatía tanto cuando se formula una pregunta, como cuando se escucha una respuesta. No sólo se es empático cuando se expresa una idea, sino también cuando se recibe. Comprender el mensaje desde el punto de vista del emisor, de su estado anímico, afectivo y social es fundamental. Si se puede trabajar con ello, si pensamos que podemos llevar la comunicación a buen puerto, adelante, continuemos. Pero los objetivos deben ser lícitos y hay que evitar las discusiones. Tenemos que aprender a observar el estado del otro, pero también a diferenciar nuestros propios estados para saber cuándo hacer un paréntesis, cuándo retomar la comunicación posteriormente o simplemente cuándo dar las gracias, aunque nos duela porque nos creamos portadores de la razón, y despedirnos con cortesía.

Mi compromiso no es conseguirlo inmediatamente, seguro que no, pero sí intentarlo siempre... hasta que lo consiga. 

6 comentarios:

  1. ANIMO Y ADELANTE, ESTAS REALIZANDO UN GRAN TRABAJO. LOS RESULTADOS YA LLEGARAN, LOS PADRES SON MUY IMPACIENTES Y SOLO VALORAN EL RESULTADO DE CIERTOS PARTIDOS.
    SI VIESEN LOS ENTRENAMIENTOS QUE REALIZAS, Y NO SOLO LOS PARTIDOS.
    LO DICHO ANIMO Y ADELANTE.

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  2. ANIMO Y ADELANTE.

    LO QUE HAY QUE VALORAR ES EL TRABAJO DIARIO QUE REALIZAS Y NO EL RESULTADO DE UN PARTIDO.
    MUCHOS PADRES SOLO VEN EL RESULTADO DE UN PARTIDO QUE VEN UN DOMINGO Y EN EL QUE SUS HIJAS JUEGAN POCOS MINUTOS.
    QUE PASEN POR EL PABELLÓN Y VEAN LOS ENTRENAMIENTOS QUE REALIZAS Y EL ESFUERZO DE LAS CHICAS, ESO ES LO QUE HAY QUE VALORAR.
    LOS RESULTADOS YA LLEGARAN.

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    1. Bueno, gracias... Aunque la verdad es que el grupo de padres con el que he tratado este año asiste en un gran porcentaje a los entrenamientos... Así que realmente pueden valorar mi trabajo con argumentos.

      Por otra parte, sí que es cierto que la mentalidad grupal, la que infunden los medios de comunicación y comparten tantos estamentos, desde los padres a las directivas de muchísimos clubes, pasando por compañeros entrenadores y, por desgracia, los jugadores y jugadoras... y sin saltarme, por supuesto, el colectivo arbitral... es muy difícil de cambiar. O ganas, o no vales. El marcador es el marcador, y poco importa ninguna reunión si uno piensa así. Lo demás son excusas baratas. Es de "se puede ganar perdiendo el partido" es vender humo...

      La verdad es que es triste observar cómo el mensaje auténtico no cala... La forma de comunicar, como he dicho, es más importante que el contenido. El envoltorio del mensaje es fundamental...

      Por otra parte, cambiar en lo que uno ha creído toda la vida, creyéndose en lo correcto, es muy complicado. Complicado y atrevido. Da miedo, simple y llanamente. Terror diría yo. Pensar de otra manera es condenarse a autojuzgarse equivocado durante años. Toda la vida para algunos... Está claro que contra esto es muy difícil luchar.

      Sería más sencillo, quizás, si no viviésemos inmersos en una cultura donde el error involuntario penalizara tanto. ¿Qué problema hay en fallar? ¡No hay ningún problema! ¡No pasa absolutamente nada! Normalmente el que tiene un error, si es responsable, difícilmente vuelva a cometer el mismo... Si se está equivocado, se reconoce y ya está. Hay que progresar, pero para ello es fundamental ser valiente, no conformarse... y dudar.

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    2. Disfrutaría que ese lazo empático existiese también entre los entrenadores. Evidentemente no me refiero a los que sólo realizan un trabajo de custodia de los menores mientras sus progenitores se van de compra.

      Una empatía hacia el intrusismo que algunos sujetos que se están introduciendo en el mundo del deporte, sin más formación que la de ser ex algo.

      Sería un inmenso regalo conocer tu reflexión al respecto.

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    3. Bien, es un tema que ya salió en un post anterior... y no voy a profundizar mucho en ello.

      Desde mi punto de vista, el tema formativo es una responsabilidad individual de todo aquel que quiera entrenar. Por otro lado, el tema legal es una responsabilidad de quien se encarga de reglamentar.

      La ausencia de formación reglada en las personas con licencia para dirigir a grupos deportivos en general, de baloncesto en particular, no importa la edad (aunque obviamente es más grave cuanto menor es ésta), es un problema de responsabilidad compartida entre la persona, el Club y la Federación correspondiente.

      A grandes rasgos, ésa es mi opinión... Aunque es un tema complicado como para resumirlo en dos párrafos.

      Un saludo.

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  3. Señor espectador, a mi me gustaría que esa empatía la tuvieran algunos que dejan ciertos anónimos buscando el provocar y el ofender a personas cuyo único delito es enseñar a jugar a los niños y a las niñas lo mejor que saben, poniéndole una gran dedicación y esfuerzo. Te lo dice un entrenador titulado que ha trabajado y ha intentado ayudar cuando ha podido a chavales que por una razón o otra no han tenido la ocasión de sacarse el título.

    A estos chavales en vez de tirarles tierra encima y querer quitarles de enmedio, los clubs y las federaciones deberían ayudarles a formarse y si alguno tiene problemas para asistir a los cursos por trabajo o estudios, de estos conozco a muchos, repartidos en muchos clubes. La federación podría plantearse el realizar los cursos a distancia, como se hace con algunas carreras universitarias, mediante tutorías virtuales. Lo que pasa aquí es que las federaciones solo piensan en recaudar y en vez de ayudar a estos chavales, les cobran un canon cada año y si estos por el motivo que sea no pueden ir al curso, mira que bien, más dinero que ingresan la temporada siguiente.

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