jueves, 17 de enero de 2013

Zona de confort

Conformismo social
Desde que empecé a entrenar, siempre he pensado que debía combatir contra algo que se puede hacer extensible a prácticamente todos los aspectos de la vida diaria: el conformismo.

Es muy fácil dejarse llevar por él, porque nos conduce a "satisfacer" muchas de las necesidades más básicas. Hace bastante tiempo una compañera de trabajo me dijo: "Cuando se echan raíces, es muy difícil cambiar". Creo que tenía toda la razón: todos tendemos a conformarnos a largo plazo. Quizás el ser consciente de ello sea el primer paso para conformarnos solamente con aquello con lo que nos queramos conformar. Debería ser nuestra decisión.

Este conformismo "a largo plazo" nos lleva a establecernos en lo que se suele denominar "zona de confort", que no es ni más ni menos que la zona en la que nos sentimos cómodos. O quizás también la zona en la que nos resulta más fácil movernos... que no tiene por qué ser exactamente una zona de comodidad general, sino que cada uno tiene la suya propia. Así, mi zona de confort no tiene por qué parecerse en nada a la de nadie más.

Este confort no solamente se refiere a bienes materiales, a tener una familia, un trabajo y una casa bonita. Para que una persona se sienta realmente bien, todo su sistema de creencias tiene que estar completamente coordinado y reforzado con su modo de vida. De cualquier otra manera, sería muy extraño que una persona se sintiera bien yendo siempre a contracorriente. Dice un proverbio que "sólo los peces muertos se dejan arrastrar por la corriente". Es verdad, pero no es menos cierto que nadie se suele sentir bien nadando siempre a contracorriente. Habrá que seleccionar cuándo hay que hacerlo y cuándo no, porque verdades absolutas creo que, si las hay, son muy pocas. 

Recuerdo cuando era junior y mi entrenador hacía que jugara en ocasiones de base. Yo me había acostumbrado a jugar de escolta. Esta posición era "mi zona de confort". Jugaría mejor o peor, pero el caso es que me sentía cómodo en ella. Poco me importaba si mi dribling podría perfeccionarse o mi visión de juego mejorar jugando en otra posición. Tardé en abrir los ojos y ver que verdaderamente lo mejor para mí era enfrentarme a esa situación estresante, y poco importaban los éxitos o fracasos fugaces de momentos puntuales: a largo plazo, lo que estaba haciendo era ampliar precisamente mi "zona de confort". Aproximadamente me llevó darme cuenta de esto unos tres años. A veces es realmente difícil abrir los ojos. 

Sin embargo, lo ideal no es que te saquen de tu "zona de confort" con calzador, como se suele decir. Probablemente uno no salga de ella hasta que verdaderamente quiera salir. Tiene que percibir algo dentro que al final lo haga sentir disconforme con todo lo que hace o con algún aspecto en concreto. Sí, quizá necesite primero un empujón, pero yo creo que éste no debe ser demasiado agresivo: puede ser algo muy sutil, una pequeña semilla que te ayude a darte cuenta... o simplemente hacerte dudar sobre si algo de lo que haces no es verdaderamente lo que quieres hacer... y si te atreves a dar los pasos necesarios para ir a donde quieres realmente llegar, o quizás simplemente ser como realmente quieres ser. Incluso sencillamente a desmontar algún pensamiento que se tenía tan interiorizado, que uno no se atreva a afrontar que se ha estado equivocado durante muchísimos años. 

Así que hay que ser valiente y no dar nada por supuesto. Cortad esas raíces que os atan a la tierra si no son verdaderamente aquellas que queréis que os aten. Estad atentos, porque en alguna ocasión puede que ni tan siquiera sean las correctas. Sed atrevidos para afrontar el error, tened los ojos abiertos para ver las cosas desde otro punto de vista, para intentar comprender a los demás y pensar en la posibilidad de que sea uno mismo el que estaba equivocado. Y si tembláis al daros cuenta de ello, no os preocupéis: es absolutamente normal. Lo importante no es no temblar nunca, sino dejar de hacerlo y dar los pasos necesarios para encontrar las raíces correctas.

Os dejo un video muy inspirador relacionado con la zona de confort. Se titula "¿Te atreves a soñar?", de unos auténticos cracks: "InKnowation". Porque no hay nada que merezca la pena que no haya comenzado siendo un sueño...


2 comentarios:

  1. Ma gustao. Le has sacado punta al vídeo, jeje.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, el video es espectacular. Difícilmente mejorable. Si lo llego a poner al principio no merecería la pena leer el post...
      Sólo quería reflejar dos ideas: por un lado hay que estar abiertos a opiniones diferentes y por otro, no hay que dejar de soñar... porque sueños imposibles hay unos cuantos... pero la gran mayoría son realizables y no se cumplen seguramente por complejo de inferioridad. O quizá en este caso, por complejo de "soñador", que es lo que ha venido estando mal visto en los últimos tiempos. En esto último, precisamente, es en lo que se centra el video.
      Gracias por tus palabras. Un saludo.

      Eliminar

Todos los comentarios de usuarios con cuentas Google serán aprobados, estén de acuerdo o no con la opinión personal del autor del blog, siempre que figuren sus nombres y apellidos.

Los comentarios anónimos y con nicks sin nombres y apellidos, así como los que se dude de su identidad, serán publicados solamente si se entiende que enriquecen el tema del post, desde el respeto y la educación.